Alcoa gana 90 millones con la venta de los terrenos de una fundición cerrada hace una década
Alcoa, que en España negocia el futuro de San Cibrao, cierra la venta de unos terrenos en EEUU que acogieron una fundición que cerró en 2010
Dos caras de una misma moneda llamada Alcoa. A pesar de que en España, la multinacional negocia la venta de la factoría de San Cibrao tras intentar poner en marcha un ERE que fue frustrado en los tribunales, tanto sus negocios a nivel global como su cotización en la bolsa de Nueva York se recuperan del impacto del coronavirus al calor de la subida del precio del aluminio. La multinacional cerró el primer trimestre de su año fiscal con unos beneficios de 175 millones de dólares, unos 146 millones de euros. Los directivos del grupo calificaron los resultados de “excelentes”, siendo el mejor resultado trimestral desde 2018.
En este escenario, está previsto que los resultados correspondientes al segundo trimestre del año se den a conocer el próximo 15 de julio. De momento, la compañía ha informado de que registrará una ganancia de aproximadamente 90 millones de dólares ligados a la venta de unos terrenos en Estados Unidos por 100 millones que albergaron una fundición de aluminio cerrada hace una década.
Los terrenos de una antigua fundición
Así lo anunció este lunes la multinacional del aluminio, que indicó que acababa de completar una venta de terrenos en el estado americano de Maryland por 100 millones de dólares en efectivo. La compañía indica en el comunicado publicado que la propiedad albergó en su momento “la antigua fundición de Eastalco, que cerró permanentemente en 2010”. “La transacción de venta, completada el 23 de junio de 2023, fue entre EastAlcoa Aluminium Company, subsidiaria de Alcoa Corporation, y una empresa conjunta entre Quantum Loophole y TPG Real Estate Partners”, apunta.
Alcoa explica que desde el cierre de la fundición, la compañía trabajó “para preparar el sitio para su reurbanización, incluida la eliminación de las antiguas instalaciones y la clasificación del suelo para nuevas oportunidades comerciales». «Cuando Alcoa cerró el sitio de EastAlco nos comprometimos a devolver esta propiedad a un uso productivo y sostenible«, asegura Mark Stiffler, vicepresidente de gestión de activos de la multinacional. «La venta a Quantum Loophole y TREP es una historia de sostenibilidad económica y ambiental, que lleva un antiguo sitio industrial a través del proceso de remediación y lo presenta para un nuevo uso industrial», apunta.
La intención de los compradores es convertir la propiedad en un centro de datos de nueva generación. Lo que está claro es que, con esta operación, Alcoa hace caja de cara a la presentación de sus resultados trimestrales.
Reunión comité de empresa-Industria
Y todo esto, mientras en España continúan las negociaciones sobre el futuro de la planta de San Cibrao. Está previsto que este martes, la ministra de Industria, Reyes Maroto, se reúna con el comité de empresa de Alcoa en Cervo de forma telemática. El objetivo, por parte de los trabajadores, es que el Ejecutivo les aclare su posición con respecto a la venta. Los representantes de los empleados insisten en que el Ejecutivo debe triangular la operación de venta a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), un requisito que también exige la compañía.
«Lo que esperamos es que el Gobierno aclare su posición, cumpla lo que prometió y que al final del proceso haya esa negociación de la operación de acto único que es comprar y vender. La SEPI compraría y vendería en el mismo día y sin coste para el ciudadano», manifestó este lunes el presidente del comité, José Antonio Zan.
La incógnita de Alu Ibérica
El miércoles, además, tendrá lugar la nueva reunión de la mesa de seguimiento de las negociaciones de venta. Se producirá este encuentro después de que la pasada semana Alcoa indicase que se encuentra analizando cómo afecta la sentencia de la Audiencia Nacional sobre Alu Ibérica “a su situación en España”.
Hace dos semanas, la Justicia condenó a la compañía industrial a indemnizar o recolocar a los trabajadores de la actual Alu Ibérica en las plantas de A Coruña y Avilés al encontrarla responsable de vender los activos al fondo Parter que no cumplió con los planes de reindustrialización pactados. “Esta sentencia pone de manifiesto los riesgos de una venta de unas plantas estructuralmente inviables, en la que el vendedor es el que contribuye económicamente en la transacción, a pesar de contar con la supervisión de todos los actores involucrados en el proceso”, indicó.