Alcoa: “Estamos solos, un grupo de trabajadores contra Garrigues”
Tras más de 28 horas de negociación, la plantilla de Alcoa se siente abandonada por las administraciones: “¿Cómo pueden dejarnos aquí solos?”
Los trabajadores de Alcoa estallan. Llevan más de 28 horas de negociación con la cúpula de la multinacional y el despacho que los representa, Garrigues, para tratar de llegar a un acuerdo sobre el futuro de la planta lucense, para la que la compañía planteo un ERE que afectaría a 534 trabajadores.
En un nuevo receso hasta las 13.30 horas, el presidente del comité de empresa de la factoría ha denunciado que los trabajadores están «solos», «abandonados por las administraciones». «¿Cómo pueden dejarnos aquí solos?», se preguntó José Manuel Zan, «con una multinacional que se está riendo del Estado y de la Xunta de Galicia».
El sindicalista explicó que la empresa insiste en hibernar las cubas de electrolisis y rechaza vender la planta para evitar el despido colectivo. Con los miembros del comité exhaustos tras un día y una noche de negociación, los representantes de la multinacional abandonaron el restaurante lucense donde se celebra el encuentro después de hacerles entrega del acta de desacuerdo de las consultas del ERE –cuyo periodo de negociación ha terminado este miércoles– con la intención de volver sobre las 13,30 para volver a reunirse.
“Somos un grupo de trabajadores contra el despacho Garrigues”, sentenció Zan.
“¿Tienen que acabar torturándonos también?”
Después de que la Xunta remitiese una advertencia a Alcoa de que debía desistir del ERE para no incurrir en una actuación de mala fe, Zan pregunta qué situación puede haber de «más mala fe que esta». «¿A qué tienen que llegar estos? ¿Tienen que acabar torturándonos también?», clama.
«A qué está esperando el Gobierno, ¿a ver si de una vez aceptamos un ERTE y hundimos A Mariña lucense?«, prosigue en su razonamiento. «Nos ha dejado tirados», agrega.
Recuerda que el Gobierno «hace semanas que dijo que le daba un ultimátum» a Alcoa para que vendiese, pero «la empresa sigue haciendo oídos sordos», «lo principal para ella es parar las cubas y aplicar un ERE o un ERTE», «le da igual, porque sabe que sería un despido en directo o en diferido».
“Alguien tendrá que venir a dar la cara”
Y es que avisa de que «alguien tendrá que venir aquí a dar la cara», pues «nadie viene a defender a A Mariña» en lo que define como un «calvario» para los trabajadores. Una negociación con el bufete de Garrigues, que «son auténticas pirañas».
«No podemos permitir que una multinacional pisotee los derechos de todos los trabajadores de esta fábrica», ha zanjado Zan. «Aquí tendrán que venir las autoridades y ponerlos puntos sobre las íes», reitera.
Pide a la Xunta, como autoridad laboral, que proceda a paralizar el proceso. También lamenta que el secretario general de Industria, Raül Blanco, «bien que se acercaba» a las negociaciones en las plantas de A Coruña y Avilés. «Estamos abandonados, estamos solos», incide.