Alcoa: “Cuanto más produces, más pierdes”
Alcoa defiende el despido colectivo por las pérdidas de la planta de San Cibrao y amenaza con pedir la nulidad del juicio
El juicio por el despido colectivo en la planta de Alcoa en San Cibrao (Lugo) arrancó esta mañana después de naufragar el acto de conciliación entre la multinacional norteamericana y los trabajadores que se celebró previamente. En la vista, la defensa de Alcoa ha advertido de que se reservaba la posibilidad de pedir la nulidad de las actuaciones debido a que el juicio es público y que en él están personados la Xunta y el Gobierno central, a su entender, de manera irregular y causando indefensión en la compañía.
El abogado de la multinacional, que encargó al despacho Garrigues la gestión y asesoría para el ERE en la factoría de A Mariña, ha defendido el derecho de Alcoa a plantear un despido colectivo ante las pérdidas que sufre la planta y que esta posición no sea automáticamente entendida como “falta de buena fe”, sino como una medida legítima.
«Cuanto más produces, más pierdes»
“Es legítimo plantear un despido colectivo cuando hay pérdidas severas que se acreditan de manera estructural en los últimos tres años. Parece que para demostrar la buena fe hay que renunciar al despido colectivo y esto no es exigible”, aseveró la defensa de Alcoa, que reprochó la “falta de buena fe” por parte de la plantilla al negarse a negociar si no se retiraba el ERE. La compañía atribuyó al coste energético y al precio del aluminio en el mercado la situación que atraviesa la factoría. “Cuanto más produces, más pierdes”, aseguró.
Para explicar lo lejos que están las instalaciones de la rentabilidad aludió incluso a palabras del gallego Clemente González Soler, el dueño de Alibérico y, en su momento, interesado por adquirir las plantas de Alcoa. González Soler estimó que el coste energético debería situarse entre los 32 y 35 euros por megavatio/hora durante cinco años. “Estamos actualmente a 58 euros por megavatio”, señaló la defensa de Alcoa, quien desacreditó las promesas del Gobierno con rebajarlo pues no ha logrado hacerlo durante dos años.
La multinacional también citó la caída de los ingresos por las primas de interrumpibilidad o los menores ingresos por costes indirectos de CO2, 8,7 millones frente a una previsión de 32 millones, cuyo pago aún no se ha hecho efectivo.
“El efecto de esto implica que los precios de venta del aluminio son inferiores a los costes de producción”, concluyó, poniendo como ejemplo que en enero eran un 20% más altos y en febrero y marzo un 18%.