Alarma en Navantia por la cancelación de contratos de armas con Arabia Saudí
Los trabajadores de los astilleros públicos temen que la negativa a vender armas a Arabia Saudí pueda comprometer el millonario contrato de las fragatas
Lo que hace unas semanas era motivo de alegría, ahora lo es de preocupación. La firma del millonario acuerdo con el Gobierno de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas para la armada del país asiático, que incluye también una base de operaciones, insuflaba un importante balón de oxígeno a los astilleros públicos de Navantia que ahora parece haberse deshinchado un poco.
El motivo es el reciente anuncio del Gobierno que confirmaba el inicio los trámites para paralizar la venta a Arabia Saudí de 400 bombas de precisión láser del ejército español, una decisión que implicaba devolver los 9,2 millones de euros cobrados hasta la fecha por este concepto.
Defensa adoptó esta medida por la posible utilización de este armamento contra población civil, como ocurrió en el ataque contra un autobús con niños en Yemen. Según Amnistía Internacional, España vendió a Arabia Saudí en 2017 unos 270 millones de euros en materia militar, cantidad que se eleva hasta algo más de 900 millones si se cuenta desde 2015, cuando estalló el conflicto en Yemen
Navantia y las corbetas
En prinicpio, el megacontrato de las corbetas comprometido con Navantia, que asciende a cerca de 2.000 millones de euros, parece no estar en cuestión, lo que no impide que desde las plantillas de los astilleros muestren preocupación por cómo pueda afectar esta decisión al resto de contratos en vigor con el país saudí.
Desde el comité de empresa de Navantia, Javier Galán ha trasladado el temor de la plantilla ante lo que consideran un acto de «auténtica irresponsabilidad» por parte del Gobierno, al que acusan de no «medir las consecuencias» de la decisión. No obstante, aclaran que la compañía no les ha trasladado ninguna noticia sobre la posible repercusión de esta decicisón.
En este sentido, el presidente de la coordinadora recuerda que el contrato de la cinco corbetas con Arabia Saudí es vital para el futuro económico de la firma pública que preside Susana Sarriá, pero en especial de los astilleros de la Bahía de Cádiz y más concretamente al de San Fernando, que carece de carga de trabajo al margen de este proyecto.