Agonía en Alcoa: plantilla y empresa llegan a la madrugada sin acuerdo
Trabajadores y empresa chocan por el apagado de las cubas y la aplicación de un ERTE en una reunión maratoniana y de máxima tensión
El futuro de Alcoa se pelea hasta el último aliento. El comité de empresa de la planta de San Cibrao y la dirección de la multinacional mantuvieron este martes una reunión maratoniana. Comenzó a primera hora de la mañana y se prolongó hasta la madrugada, en el día que finalizaba el periodo de consultas del ERE que la compañía planteó para 534 trabajadores.
En un encuentro de máxima tensión, los puntos de fricción fueron los esperados. Alcoa se empeñó en hibernar las cubas de electrólisis, la principal fuente de consumo eléctrico de la factoría lucense, como hiciera en las plantas de A Coruña y Avilés antes de la venta. Los trabajadores rechazaronn la medida, al igual que Liberty House, el único grupo que hasta el momento ha mostrado su interés en comprar las instalaciones y ha presentado un plan industrial a largo plazo.
Nuevo receso de una hora en la reunión entre el comité de empresa y la dirección de Alcoa. Los representantes de los trabajadores trabajan sobre la última oferta de la multinacional, lanzada a última hora de la tarde. #Alcoa pic.twitter.com/JAmyHZ5A50
— Hugo Ucha Boán/♥️ (@HugoBoan) August 4, 2020
Tampoco hubo acuerdo en el ERTE que planteaba la compañía como alternativa a los despidos. “Ni cubas ni empleo”, proclamó el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, en uno de los múltiples recesos de la jornada, dejando claro que la plantilla no cedería ni en el apagado de la electrolisis ni en el ajuste laboral.
“La empresa sigue erre que erre. Nosotros seguimos sin movernos. Estamos haciendo propuestas, pero siempre y cuando no se toquen ni cubas ni empleos. Seguimos defendiendo lo mismo y vamos a seguir hasta el final, sin ceder ni un ápice”, manifestaba el sindicalista ante los trabajadores que arroparon al comité frente al restaurante lucense Los Robles, donde se celebró el encuentro.
Escalada de tensión
Esto sucedió cerca de la medianoche. Antes, alrededor de las 20 horas, el comité informó de que Alcoa había presentado una nueva propuesta de la que no dieron detalles. Sobre ella se estuvo trabajando hasta la madrugada, sin que a cierre de esta edición se llegara a un acuerdo.
La tensión fue en aumento a lo largo de tan intensa jornada y en uno de los recesos, pasada la una de la madrugada, los cánticos de los trabajadores, que coreron repetidas veces “¡ni un paso atrás, ni un paso atrás!”, se tornaron en insultos contra la dirección de la multinacional.
#AMariñaEstáEnLoita
Novo receso nas negociacións entre traballadorxs e #Alcoa na loita por manter a actividade da planta de #SanCibrao#AlcoaNonSePecha #SinIndustriaNoHayFuturo #AMariñaSalvaseLoitando #xuntxsmáisfortes @mincoturgob @MarotoReyes @xunta @ConcellodeCervo @obloque pic.twitter.com/CGUk8R0xmb— Rebelión Aluminio 🔻 (@RebelinAluminio) August 4, 2020
La posición de la plantilla fue la anunciada: piden que se suspenda el ERE, se mantengan las cubas activas y se inicien las conversaciones con Liberty para la venta de la factoría. Alcoa había defendido en sus propuestas abrir un proceso de venta más reposado y no necesariamente solo con Liberty, un competidor de la multinacional en el sector del aluminio. La compañía declinó hacer declaraciones hasta que se llegara a un acuerdo con los trabajadores.
La Xunta amenaza con acciones legales a Alcoa
Además de la presión de la plantilla, a lo largo del miércoles también la Xunta instó a Alcoa a levantar el ERE. A través de un escrito, la jefa territorial en Lugo de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, Pilar Fernández López, advirtió a la empresa que «una eventual renuncia, expresa o tácita, a estudiar de forma efectiva la propuesta de compra de GFG Alliance antes de concluir las consultas y de proceder al despido colectivo puede constituir una actitud dolosa y quebrantadora de la buena fe contractual, comprometiendo la validez del despido».
También recalcó que emprenderá acciones legales si detecta la más mínima sombra de mala fe, dolo o abuso de derecho». «La ejecución de un despido colectivo con un fin distinto a la superación de las causas económicas y productivas alegadas, como podría ser evitar la presencia de un posible competidor industrial, supondría el uso de esta institución en fraude de ley», avisó la autoridad laboral.