Adolfo Domínguez despliega una red de filiales en los EEUU de Trump
La compañía ourensana ha escogido Florida como puerta de entrada al mercado de EEUU, donde controla cinco sociedades que, por ahora, aportan pérdidas
Pese a la expansión internacional, el número de filiales de Adolfo Domínguez es escaso, sobre todo si se compara con las innumerables sociedades controladas por algunos de los gigantes de la moda, como Inditex. La cadena del diseñador ourensano, que intenta salir de una prolongada etapa de crisis en la que ha menguado significativamente su tamaño, cuenta con una decena de subsidiarias. De alguna manera marcan las plazas clave en las que opera la compañía.
Hay dos en México, Tormato y Trespass. Es uno de los mercados donde mejor comportamiento está teniendo el grupo. El año pasado, las ventas crecieron un 11,5%, aunque la desfavorable evolución del peso penalizó la rentabilidad obtenida.
Una en Japón, Adolfo Domínguez Japan Company. Es el tercer mercado después de España y México.
China y Estados Unidos completarían las filiales extracomunitarias de la compañía, con Adolfo Domínguez Shangai y Adolfo Domínguez USA. A estas hay que sumar las filiales de Reino Unido, Francia, Portugal, Luxemburgo y una en España, Pola Beira.
Expansión en EEUU
Esta red de comercialización se extiende con especial cuidado, debido a las pérdidas acumuladas por la compañía. Adolfo Domínguez ha hecho un denodado esfuerzo por reducir gastos a fuerza de cerrar puntos de venta, proceso que tuvo un especial impacto en España, el mercado que genera casi el 80% de los ingresos. En el último ejercicio cerró 35 tiendas y registró pérdidas de más de 16 millones.
Mientras recorta establecimientos en España, la textil amplifica su apuesta por Estados Unidos, donde escogió al estado de Florida como puerta de entrada. La llegada de Donald Trump a la presidencia cogió a la compañía gallega abriendo su segundo establecimiento norteamericano en el Town Center de Boca Raton en octubre del año pasado.
Como consecuencia, Adolfo Domínguez creó en suelo americano la sociedad Adusa Boca Ratón, que se sumó a otras tres preexistentes, Adusa Merrick Park, Adusa Miami y Adusa Florida. El diseñador contaba con una empresa más en la misma ubicación, Adolfo Domínguez USA LLC, que fue liquidada en el último ejercicio.
La aportación del “subgrupo”, según lo define Adolfo Dominguez en su memoria anual remitida a la CNMV, fue negativa en 2016, con unos 300.000 euros en números rojos. El peor comportamiento del curso fue para la filial japonesa, con 1,4 millones en pérdidas. Solo registraban beneficios las sociedades de México.