Adolfo Domínguez apuesta por Latinoamérica y suspira por China
Adriana Domínguez asegura que las “sinergias” convierten a Latinoamérica en un mercado prioritario: “Queremos que todo funcione a corto plazo"
El proceso de transformación que ha emprendido Adolfo Domínguez desde que la hija del diseñador ourensano, Adriana Domínguez, se puso al frente de la compañía ha conllevado un vuelco histórico en la red de establecimientos. Por primera vez, el 52% de los puntos de venta están fuera de España y tres de cada cuatro aperturas se realizan en mercados internacionales. La mirada hacia fuera para seleccionar aperturas estratégicas coincidió con un gran tijeretazo a la red, pues Adolfo Domínguez pasó de las 544 tiendas en 2015 a las 391 que tiene actualmente, con más de 80 establecimientos cerrados en el último año.
El camino andado por la nueva dirección dibuja una compañía más pequeña y más rentable como fórmula para paliar una década de números rojos que empieza a tocar a su fin, o eso indica al menos el primer ebitda positivo de la cadena en siete años y que ascendió a 1,2 millones.
La intención de Adriana Domínguez en este proceso de aperturas selectivas es continuar reforzando al grupo en Latinoamérica, donde México es su principal mercado (17,1 millones del total de 112 millones de volumen de negocio). La consejera delegada reconoció en la presentación de resultados que otros mercados, como China, tienen “mucho potencial”, pero que las sinergias que pueden generar en Latinoamérica actualmente son mucho mayores. “Queremos que todo funcione en un corto plazo”, zanjó Domínguez.
La textil tiene una posición de caja de 12 millones y la primera directiva quiso poner en valor que están operando su transformación sin recurrir a la deuda, menoscabar su patrimonio o vender activos. Aparentemente, quieren continuar en esta línea hasta culminar el vuelco en su balance. El pasivo a cierre de ejercicio se situaba cerca de los 20 millones.
Campaña de Adolfo Domínguez, ‘Piensa. Luego compra.»
Así se posiciona Adolfo Domínguez
El dilema de fondo es cómo competir en un mercado con cada vez más actores y convulsionado por la irrupción de las nuevas tecnologías. “En la marca de autor, en la exclusividad que somos capaces de dar al cliente, hemos encontrado nuestro nicho. Nosotros somos fuertes cuando el cliente aprecia la relación entre calidad y precio”, dijo Adriana Domínguez, que defendió la vuelta a los orígenes de la enseña, a los años ochenta en los que supuso “una revolución cultural”. “Queremos ser la marca española de autor de referencia en todo el mundo”, proclamó.
En esta estrategia, que la aparta de los revolcones del fast fashion y las presiones de la respuesta rápida, se entiende la unificación de las marcas y las últimas campañas lanzadas por Adolfo Domínguez, apelando a la durabilidad y la exclusividad de las prendas. “Sé más viejo”, decía uno de los lemas. “Piensa. Luego compra”, dice el último. También en este terreno se esperan novedades en el grupo, que seguirá optando por colecciones cápsula y por probaturas en el mercado español (188 tiendas) para luego extrapolarlas al resto de su red, repartida por 23 países.
La red de abastecimiento: de China a Perú
La consejera delegada también detalló algunos de los puntos de su red de abastecimiento, destacando la compra de alpaca en Perú, la seda de China, los trabajos de algodón y bordado en India, la sastrería de Portugal o el cuero en el Levante español. Recientemente lanzó una colección confeccionada íntegramente en Ourense, algo que Adriana Domínguez quiso poner en valor no solo por los vínculos emocionales sino también por la vocación de autoría que impregna la estrategia del grupo.