Adiós a las mascarillas en la calle: las gallegas Galmask y Anovada prevén mantener ventas
Los fabricantes gallegos no esperan que bajen las ventas mientras siga siendo obligatorio su uso en interiores, ya que "habrá que llevarlas encima igualmente"
Que las mascarillas ya no sean obligatorias en exteriores a partir del 26 de junio no significa una amenaza para los fabricantes gallegos. Contrario a lo que se pueda pensar, las compañías Galmask y Anovada no prevén una bajada en las ventas e incluso reciben la nueva medida con buenos ánimos y esperanza, ya que significa que la pandemia «se está acabando».
Las razones que aportan los fabricantes a Economía Digital Galicia para explicar su despreocupación atienden a la lógica. La propuesta del Gobierno es que las mascarillas dejen de ser obligatorias en espacios abiertos, pero estará sujeta a ciertas regulaciones. En interiores continuará siendo imperativo llevarla, por lo que continuará presente en muchos aspectos del día a día.
«Mientras la no obligatoriedad no afecte a interiores, no tememos que caigan las ventas. Hay que llevarla encima igual, porque sino no puedes entrar en ningún sitio, así que hay que seguir comprándolas«, explican desde la fabricante gallega Galmask. Desde la empresa cuentan, además, con que muchas personas continúen llevando mascarilla en exteriores «por precaución», y ven la medida como un «avance» que significa que la pandemia está llegando a su fin.
Aunque en la firma admiten temer que se produzca un rebrote en verano, no creen que el levantamiento de la obligatoriedad de la mascarilla sea una medida que con el tiempo se vaya a revertir y confían en la prudencia de los ciudadanos. «Muchos peregrinos ya vienen sin ella, aunque es cierto que hay situaciones en las que no es realmente necesaria, y la vacunación está avanzando mucho», señalan.
La verdadera amenaza; el mercado asiático
En Anovada, otro fabricante de mascarillas gallego con sede en Santiago, tampoco se muestran preocupados por la nueva medida ya que, para ellos, la mayor amenaza a sus ventas es «el mercado asiático». «Que las mascarillas dejen de ser obligatorias en exteriores no va a hacer que se compren menos, porque en interiores hay que seguirlas usando», explican en línea con sus colegas de Galmaks, «el problema real es con las administraciones».
Y es que para el mercado nacional está muy difícil vender su producto a los Gobiernos. «Prefieren el precio a la calidad, el Estado compra las mascarillas a China porque son más baratas, y nos dan de lado a las empresas del país que nacieron con subvenciones al inicio de la pandemia para cubrir la demanda local».
Para la empresa compostelana esta es la única amenaza real, y no las variaciones legales en la obligatoriedad del uso de mascarilla en exteriores. «El sector se salvará cuando no haya competencia desleal», sentencian.