Acciona lleva a Greenalia a un arbitraje por rescindir el contrato de la planta de biomasa de Curtis
Los encargados de la construcción ‘llave en mano’ y mantenimiento de la planta de biomasa, Acciona e Imasa Ingeniería, que vieron rescindido el contrato, plantean el arbitraje en la Cámara de Comercio de Madrid, que podría llegar a los 27 millones
Un arbitraje resolverá las diferencias entre Greenalia y Acciona e Imasa Ingeniería, los encargados de la construcción y entrega ‘llave en mano’ del proyecto de la planta de biomasa de Teixeiro, en Curtis. Será la Cámara de Comercio de Madrid la encargada de dirimir la demanda, planteada por los proveedores del grupo gallego. Así lo reconocen los administradores de Smarttia, la sociedad holding que controla Greenalia, en su informe de gestión correspondiente a 2021.
En mayo del año pasado, la filial Greenalia Biomasa Power Curtis-Teixeiro rescindió el contrato con la UTE integrada por Acciona e Imasa, procediendo a la ejecución de la totalidad de los avales que disponía. Del total, se había reconocido un ingreso por un importe de 8,2 millones de euros cuyo objetivo era compensar la pérdida de ingresos por venta de energía ocasionados por los retrasos en la entrega de la instalación según las fechas previstas en el contrato. Actualmente, Greenalia ha restablecido la continuidad de los trabajos con un nuevo proveedor, «y después de tomar las medidas oportunas se encuentra en niveles de producción en línea con el plan de negocio», aseguran los gestores de Smarttia.
El arbitraje
Sin embargo, como resultado de la resolución del contrato de construcción con la UTE, Imasa Ingeniería y Acciona Industrial han promovido ante la Cámara de Comercio e Industria de Madrid el inicio de un arbitraje. La UTE ha presentado la demanda con sus pretensiones y pruebas, explica Smarttia. En resumen, dice, «la UTE solicita en su demanda que se le reconozca el derecho a una extensión del plazo para ejecutar la planta que lleve aparejado el reconocimiento a una compensación por mayor permanencia, así como el rechazo de penalizaciones por el retraso».
También demanda que se le reconozca que la planta estaba en condiciones de ser recibida provisionalmente y que se declare que Greenalia carecía de causa justificada para resolver el contrato EPC (llave en mano) y que, además, la UTE tiene derecho a reclamar daños y perjuicios por la resolución del contrato.
Escenarios
El peor escenario para Greenalia, explican los dueños de la compañía, consistiría en la estimación total de las pretensiones de la UTE, cuya cuantificación asciende a 27 millones euros más intereses. Sin embargo, «entendemos que las pretensiones vinculadas al retraso en la obra no justifican el retraso generado, así como las causas de resolución (incumplimiento de plazos, incumplimientos ambientales) son claros y demostrables». «La evaluación del riesgo realizada por los asesores legales del grupo en relación a esta potencial contingencia es que el mismo es remoto, por lo que no se ha procedido a registrar ningún tipo de provisión».
El consorcio formado por Acciona e Imasa había sido el adjudicatario en 2018 de la construcción, operación y mantenimiento por 15 años de la planta de generación eléctrica mediante biomasa de 49,9 megavatios de Teixeiro. Inicialmente, la finalización de la construcción de la planta estaba prevista para finales del 2019. La inversión total, unos 110 millones de euros.