Abanca, nueva vecina de la Fundación Amancio Ortega en los Cantones de A Coruña
La entidad financiera recibe luz verde de Patrimonio para rehabilitar el cine Avenida, que acogerá un edificio de oficinas de servicios centrales
Abanca, la entidad financiera de Juan Carlos Escotet, acaba de recibir luz verde de la Xunta de Galicia, a través de Patrimonio, para llevar a cabo la rehabilitación del histórico cine Avenida, en los Cantones de A Coruña. La intención es que el inmueble acoja en un futuro un edificio de oficinas de los servicios centrales del banco que, en cualquier caso, mantiene su sede en el municipio de Betanzos.
La aprobación de Patrimonio es condición indispensable para que la entidad reciba el plácet del Ayuntamiento coruñés, la administración encargada de tramitad la licencia de obra. Si nada lo impide, Abanca se transformará en vecina de la Fundación Amancio Ortega y Pontegadea, que el pasado año trasladó su sede desde el municipio de Arteixo a la céntrica calle coruñesa.
A finales de julio la sede social de distintas filiales de Pontegadea (Pontegadea Inversiones, Pontegadea España, Pontegadea Inmobiliaria, Esparelle 2016, Pontegadea Dieciocho, Sobrado Forestal, Partler Participaciones, Partler 2006 y Pontegadea GB 2020) cambió al número 4 del Cantón Grande, el edificio que albergó en los últimos años la sede de Banco Santander en la ciudad herculina.
Nueva sede de Abanca
Y en esa misma calle tendrá Abanca una nueva sede. El delegado territorial de la Xunta, Gonzalo Trenor, subrayó la calidad de la propuesta y la importancia de esta iniciativa «que permitirá rehabilitar y poner en valor uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad«. El ente provincial evaluó favorablemente, desde la perspectiva de la protección y puesta en valor del patrimonio cultural, la propuesta que ha previsto convertir el antiguo edificio del cine Avenida en la nueva sede de Abanca.
El edificio, que fue proyectado por el arquitecto Rafael González Villar, fecha del año 1937 y responde a los cánones arquitectónicos de la transición entre el modernismo y el racionalismo.
El inmueble, que cuenta con una protección integral, se proyecta para un uso de oficinas recuperando y conservando la organización y los elementos constructivos de interés como pavimentos, carpinterías o elementos ornamentales.