Abanca, Grupo GES, Pescamar, Hijos de Rivera… Las empresas que mueven los hilos del fútbol gallego

Abanca, Hijos de Rivera y Grupo GES controlan accionarialmente a Deportivo de La Coruña, Racing de Ferrol y Celta de Vigo, mientras Frisaqués maneja al Lugo y la directora general de Pescamar, al Pontevedra

Carlos Mouriño, Lupe Murillo, Antonio Couceiro e Ignacio Rivera

El presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, junto a la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, el presidente del Deportivo de La Coruña, Antonio Couceiro, y el máximo accionista del Racing de Ferrol, Ignacio Rivera

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El fútbol gallego atraviesa una nueva etapa tras dejar atrás el denominado capitalismo popular. Grupos empresariales de calado en la comunidad se han hecho fuertes en el capital de los principales clubes autonómicos. Se trata de una tendencia similar a la que se ha venido produciendo en un fútbol español que, a nivel profesional (Primera y Segunda División) solo cuenta con cuatro sociedades anónimas deportivas (SAD) como lo son el Barcelona, el Real Madrid, el Athletic Club y el Osasuna.

Es por ello que nombres como el Fernando Roig (dueño de Pamesa), Turki Al-Sheikh (presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudí) o Robert Sarver (dueño de los Phoenix Suns de la NBA) se han hecho con las riendas de clubes como el Villarreal, Almería y Mallorca, respectivamente. De esta dinámica no se escapa Galicia, que ve cómo sus principales clubes cuentan con el respaldo accionarial de grandes firmas.

Lso casi 20 años de Mouriño en el Celta

En el caso del único representante en la Liga Santander (el Real Club Celta de Vigo) emerge el nombre de Carlos Mouriño. El empresario vigués es una de las caras de la emigración gallega tras instalarse en México en la década de los 70. Después de varias aventuras empresariales exitosas, Mouriño compraría el que ahora es su brazo inversor: Grupo Corporativo Ges.

Antes de la compra, el grupo contaba con un negocio de gasolineras en la zona de Campeche. Ahora, casi 40 años después de la operación, el Grupo Corporativo Ges despliega sus inversiones tanto a un lado como al otro del Atlántico. No en vano, Carlos Mouriño llegó a controlar con él a la firma porriñesa Gándara Censa antes de su venta a la china Citic, la empresa cambresa de carpintería Molduras del Noroeste o el propio Celta de Vigo.

Mouriño, que se hizo con las riendas del club en 2006 tras pagar cinco millones de euros a Horacio Gómez, ha ido elevando su participación hasta controlar tres cuartas partes de su capital. Bajo su mandato, el conjunto de la ciudad olívica ha vivido un descenso a Segunda División, un ascenso a Primera, unas semifinales de Europa League y de la Copa del Rey y este domingo se mide al Fútbol Club Barcelona para sellar su undécima permanencia seguida en la máxima categoría del fútbol español.

El Lugo pone fin a su racha en Segunda

El Celta de Vigo espera no seguir el mismo camino que el Club Deportivo Lugo. El conjunto lucense cortó su racha de 11 temporadas consecutivas en Segunda División (era el primero en este ranking) tras consumar su descenso matemático a falta de cinco jornadas para el final del campeonato.

Se trata del primer descenso que le toca vivir a Tino Saqués. El empresario lucense, propietario de la empresa de frío industrial Frisaqués. Saqués se impuso al emprendedor luxemburgués de origen gallego Gerard López (expropietario del Lille y actual mandatario del Girondins de Burdeos y el Boavista) en el concurso público por hacerse con el 57% de las acciones del club que estaban en manos del Concello y la Diputación de Lugo tras desembolsar 1,6 millones de euros.

Posteriormente, Saqués compraría las participaciones de sus predecesores en el cargo (José Bouso y Víctor Ferreiro) por medio millón de euros. Es por ello que Saqués controla el 77,6% de las acciones de un club que la próxima temporada afrontará una drástica caída de los ingresos tras perder los seis millones de euros en derechos televisivos que percibió en la campaña 2022-23.

De Ignacio Rivera a Abanca

Pese al descenso del Lugo, Galicia seguirá contando con representación en la segunda máxima categoría del fútbol español. Y es que el Racing de Ferrol se proclamó el fin de semana pasado campeón del grupo I de Primera RFEF tras imponerse por un punto al Alcorcón.

Es el segundo ascenso que el conjunto de la ciudad departamental se anota desde el mandato de Élite Gestión y Administración. La sociedad fue impulsada por Ignacio Rivera (presidente ejecutivo del grupo Hijos de Rivera) para canalizar a título personal esta inversión en el mundo del deporte.

Élite Gestión y Administración irrumpió en el accionariado del Racing de Ferrol a finales de 2017. El empresario coruñés desembolsó a través de esta empresa un total de 401.000 euros al Concello de Ferrol por hacerse con su participación del 39% en el club. Tras comprar un 11% que estaba en manos de la familia Silveira, Élite Gestión y Administración logró hacerse con la mayoría en su capital (un 51%).

La sociedad de Ignacio Rivera tomó el control semanas antes del mercado de invierno de la temporada 2017-18. Por aquel entonces, el conjunto que preside José María Criado se encontraba en posiciones de descenso y pese a los fichajes realizados como Abel Suárez, Álvaro Rey o Carlos Mouriz (actual director deportivo), el club sufrió un descenso a Tercera División del que se repondría al año siguiente tras vencer en el playoff al Real Jaén.

Cuatro años después de sellar su vuelta a la tercera categoría del fútbol español, el Racing de Ferrol ha logrado regresar a una Segunda División en la que ya militó 34 temporadas. A esta categoría también sueña con subir el Real Club Deportivo de La Coruña, con el que tiene como nexo a Tino Fernández.

El ahora consejero del Racing de Ferrol y socio de Ignacio Rivera en Élite, presidió el conjunto blanquiazul entre las campañas 2013-14 (asumió el cargo en invierno) y 2018-19. En esta etapa, el Deportivo cosechó un ascenso a Primera División y un descenso a Segunda. El año después de la salida de Tino Fernández, el club se anotaría un nuevo descenso (en este caso a la antigua Segunda B) pese al golpe de timón para dar entrada a Abanca en su capital.

La entidad que preside Juan Carlos Escotet capitalizó 35 millones de euros y canalizó un préstamo participativo de cinco millones de euros al club para que se reforzase en ese mercado de invierno. Pese a ser el equipo que más puntos logró en la segunda vuelta, el Deportivo descendió a la tercera categoría del fútbol español, del que ahora trata de salir con Lucas Pérez como buque insignia de su proyecto.

Abanca cuenta actualmente con una participación del 76,9% en el conjunto herculino, que se midió en la última jornada liguera con el Pontevedra. El club granate llegó a la cita ya descendido a Segunda RFEF, categoría de la que había ascendido la campaña anterior.

Entre Primera y Segunda RFEF

El Pontevedra certificó así el primer descenso de la era Lupe Murillo. La directora general de la conservera Pescamar y diputada del PPdeG en el Parlamento de Galicia, dio un paso al frente en 2014. Con el club militando en Tercera División, Lupe Murillo acudió en solitario a la ampliación de capital efectuada ese año. Mediante este movimiento, Murillo se hizo con una participación del 26,6% en la entidad. «Pescamar vuelve a mostrar su apoyo al Pontevedra Club de Fútbol y a la ciudad», aseguró tras anunciarse la operación.

Un compañero de partido de Lupe Murillo como es Argimiro Marnotes sí estará presente en los palcos de la Primera RFEF la temporada que viene. El exalcalde e hijo de alcalde O Carballiño preside desde finales de 2020 al Arenteiro, club que revelación de la Segunda RFEF, que selló su ascenso matemático a falta de cinco jornadas.

Este fin de semana el Celta se juega la permanencia en Primera División, el Dépor la ida de las semifinales del playoff de ascenso, pero otro club gallego también sueña con poder vivir una celebración. Se trata del Racing Vilalbés. Tras empatar 1-1 en el partido de ida, al conjunto de A Terra Chá solo le vale la victoria en el partido ante La Calzada para ascender a Segunda RFEF.

El club tiene a President (grupo Lactalis) como principal patrocinador. Su publicidad se hace notar en las camisetas, las vallas publicitarias y en el queso gigante instalado sobre uno de sus fondos. El estadio de A Magdalena se encuentra a menos cinco kilómetros de la planta de Lactalis, grupo que más leche recoge en Galicia.

En caso de ascenso, el Racing Vilalbés se mediría el año que viene a la Sociedad Deportiva Compostela. El club vivió una revolución a mediados de esta campaña tras dar luz verde a su compra por parte de un grupo de inversores liderado por Antonio Agrasar (CEO de la consultora tecnológica Plexus), el exjugador Esteban Granero y el delantero del Real Betis, Borja Iglesias, que decidió involucrarse con el equipo de su ciudad natal.

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