Abanca da con la tecla: Nueva Pescanova vende tanto como hace seis años, pero gana el doble

Aunque las previsiones del plan de negocio de la pesquera no se cumplen totalmente, consigue dejar atrás la crisis de los dos últimos años y disparar su rentabilidad

Puesto de Nueva Pescanova en la feria Conxemar

Puesto de Nueva Pescanova en la feria Conxemar

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La travesía de Nueva Pescanova para salir a flote bajo los mandos de la banca parece llegar al fin a buen puerto. Tras encadenar dos ejercicios renqueante, uno castigada por los bajos precios del langostino y otro por el parón hostelero a causa del Covid, muestra al fin una mejora significativa en su rentabilidad en el año que Abanca capitalizó 542 millones de deuda, se quedó la compañía y saneó su balance.

La pesquera ha cerrado el pasado ejercicio, finalizado en marzo, con 1.087 millones de cifra de negocio, creciendo un 21,4% respecto al mismo periodo del año anterior y en un 4,4% en comparación con 2019, antes de la pandemia. Está por debajo de las previsiones de su plan estratégico hasta 2024, que estimaba un crecimiento en ventas del 26% para este año.

Su anterior plan de estratégico, lanzado en 2016, preveía alcanzar ya en 2020 unas ventas de 1.445 millones de euros y un ebitda de 139 millones. Aquella hoja de ruta, presentada con Jacobo González Robatto de presidente, saltó por los aires y no solamente por la pandemia. Ya en 2019, el grupo había incumplido todas las previsiones, con una caída del 33% en el resultado de explotación, muy afectado por la caída de precios del langostino y el gambón, además de otros factores como los aranceles argentinos.

Aquel año tenía unas ventas similares a las actuales, 1.057 millones, y también parecidas a las de 2015, cuando ya alcanzaban los 1.000 millones. En los últimos seis años, la multinacional gallega apenas ha ganado tamaño en cuanto a cifra de negocio. Ciertamente, el Covid echó un ejercicio por tierra, pues aquel curso las ventas retrocedieron un 14%, lo que el grupo achacó a al cierre de la hostelería en los países donde comercializa sus productos.

Ignacio González, consejero delegado de Nueva Pescanova

Una Nueva Pescanova más rentable y en beneficios

La mejora significativa se produce en la rentabilidad. Nueva Pescanova logró 80 millones de ebitda frente a los 39,5 millones del ejercicio anterior, es decir, duplicó su resultado de explotación. El margen creció desde el 4,4% de 2020 al 7%. Es el techo de rentabilidad de la compañía desde su rescate y refundación, solo igualado en el año 2017, cuando también alcanzó los 80 millones de ebitda.

Con unas ventas de 1.000 millones, la compañía había obtenido en 2015, el ejercicio previo a la puesta en marcha de los dos planes estratégicos, un resultado de explotación de 34 millones. Ahora es más del doble y tiene el premio adicional de permitir a la pesquera volver a beneficios: 7 millones, frente a las pérdidas de 39 millones de 2020.

La apuesta por la acuicultura

A la espera de conocer con mayor precisión la evolución por mercados, productos y canales de distribución para testar el cumplimiento del plan estratégico, Nueva Pescanova continúa perseverando en su apuesta por la acuicultura, en la que prevé comenzar a comercializar pulpo a gran escala en 2023. El año pasado mejoró las instalaciones de langostino vannamei en Nicaruaga y Ecuador para instalar alimentación automática y sensorización en el 100% de la superficie de cultivo, tarea para la que tejió alianzas con Microsoft, IBM, Repsol o Nokia.

También destinó siete millones a la construcción de una planta en Perú, pensada para el procesamiento y comercialización de cefalópodos como la pota, pescados como el mahi o procesados como el surimi. Tendrá una producción de 12.700 toneladas al año.

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