A Sandra Ortega le crecen los problemas: José Leyte, Room Mate y ahora Pharma Mar

La caída de Pharma Mar desde sus máximos en bolsa deja una 'factura' de casi 40 millones de euros a la primogénita de Amancio Ortega mientras ultima la venta de Room Mate

Sandra Ortega

Imagen de archivo de Sandra Ortega / EFE (Cabalar)

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Sandra Ortega afronta un 2021 de aguas revueltas en Rosp Corunna. La primogénita de los fundadores de Inditex encara semanas claves para la venta de su participación del 31% en la cadena hotelera en Room Mate mientras borra parte de sus ganancias con Pharma Mar.

Y es que la corrección que han vivido las acciones de la biotecnológica de origen gallego en los últimos meses han dejado una particular factura de casi 40 millones de euros para Sandra Ortega. Y es que en apenas cuatro meses, los títulos de Pharma Mar han pasado de cotizar a 119,4 euros a cerrar la sesión de este viernes en los 77,28. Se trata de un retroceso del 35,2% desde los máximos anuales que ha esfumado 39,1 millones de euros de la fortuna personal de Sandra Ortega.

Asedio bajista a Pharma Mar

En concreto, su participación del 5,05% en Pharma Mar (solo es superada por el 6,5% de José María Fernández de Sousa y el 5,1% de su mujer y consejera en la compañía, Montserrat Andrade) ha pasado de estar valorada en 110,8 millones de euros a los 71,7 millones de euros actuales.

La caída de Pharma Mar desde sus máximos anuales coincide con un momento marcado por la ofensiva de los bajistas. El hedge fund Consonance Capital desembarcó a finales de marzo con una posición corta del 0,52% de su capital (posteriormente la amplió al 0,73%) y desde entonces las acciones de la antigua Zeltia han perdido un 21% de su valor, provocando así un nuevo quebradero de cabeza para Sandra Ortega, que busca dueño para su participación en Room Mate.

Sandra Ortega ultima la venta del 31% de Room Mate

La primogénita de Amancio Ortega puso a la venta su 31% de Room Mate el pasado mes de marzo y el propio presidente de la compañía, Kike Sarasola, ya dibuja el futuro de la compañía sin la empresaria coruñesa. “Estamos en la recta final para sustituirla y ya tenemos dos socios financieros para ocupar su sitio”, destacó Sarasola a través de una entrevista con el diario Cinco Días.

Según el presidente de Room Mate, esta operación implicará un «cambio de estrategia» sobre una compañía que ha visto agravada su crisis por el golpe del Covid-19. Tras cerrar 2019 con unas pérdidas por valor de 10 millones de euros y elevar su patrimonio neto negativo hasta los 50 millones de euros, la pandemia ha cortado en seco durante meses las vías de ingresos de la cadena. El grupo del empresario Kike Sarasola cerró 2019 con más de 10 millones en pérdidas y un patrimonio neto negativo de 50 millones de euros que, previsiblemente, se habrá agrandado en un 2020 marcado por las restricciones ante la pandemia.

La crisis en Room Mate y el cese de José Leyte

«Hasta 2019, la compañía tenía una línea creciente de negocio. Íbamos a cerrar 2020 con 150 millones de facturación, un 40% más que en 2019. Iba a ser nuestro año. Luego la pandemia nos puso en nuestro sitio, con una caída del 80% de facturación, y además la crisis ha durado más de lo que creíamos«, ha resumido Sarasola. El empresario madrileño se mantiene a la espera de recibir noticias de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) sobre el crédito de 52 millones de euros que solicitó para afrontar una crisis que se ha llevado por delante al que hasta hace escasos siete meses era la mano derecha de Sandra Ortega en su brazo inversor (Rosp Corunna): José Leyte.

El histórico directivo fue cesado a finales del año pasado tras haber trabajado durante dos décadas para Rosalía Mera, primero, y Sandra Ortega, acumulando una hoja de servicios que tenía la inversión en Room Mate como principal lunar. La propia Rosp Corunna había tenido que salir al rescate de la cadena hotelera con sucesivos créditos hasta el punto de que en 2018 le llegó a deber 26 millones de euros al brazo inversor de Sandra Ortega, que, lejos de rentabilizar su inversión, se había visto obligada a ejercer de pulmón financiero para una compañía de la que ahora se desliga.

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