Horsal, tres décadas uniendo tradición y sostenibilidad en la huerta gallega
La cooperativa pontevedresa lleva desde 1985 cultivando verduras y hortalizas de manera sostenible que comercializa en toda Galicia y parte del extranjero
La cooperativa pontevedresa Horsal comenzó cultivando verduras y hortalizas en 1985 con muchas dificultades y pocos recursos. Hoy vende sus productos en toda Galicia y llega incluso a otros países como Reino Unido o Países Bajos. Los esfuerzos de esta entidad fundada por 16 agricultores se dirigen a garantizar al consumidor un producto saludable y fresco, obtenido de manera sostenible.
Según explican desde Horsal, la cooperativa se creó «como un medio para desarrollar económica y socialmente la comarca de O Salnés (Pontevedra)». Tras el primer y complicado impulso de la fundación, poco a poco se fueron uniendo nuevos socios, se incorporaron nuevos cultivos y también nuevas técnicas, pudiendo ampliar el área geográfica de influencia.
A día de hoy, la filosofía de la cooperativa gira en torno a la alimentación saludable y sostenible. «Nos esforzamos por conjugar lo mejor de nuestra tradición, el buen hacer que aprendimos de quien nos precedió, con técnicas innovadoras y los más reconocidos estándares actuales de control de procedimientos y calidad», explican.
Productos autóctonos
El amplio abanico de productos que cultiva Horsal, y que se ha ido ampliando con el tiempo, está dominado por las hortalizas y verduras autóctonas de la comunidad. La cooperativa trabaja principalmente productos de la tierra como la judía gallega, la cebolla chata (tradicional de Galicia y Asturias), o grelos, por ejemplo. También comercializan lechuga, tomates, berenjenas, acelgas y otros artículos.
El producto estrella son los pimientos, concretamente los de Padrón, una de las estrellas de la huerta gallega. En Horsal seleccionan manualmente las semillas de esta verdura, eligiendo una variante tradicional frente a las actuales variedades comerciales que, según apuntan, «nos permite mantener niveles variables de capsicina, la sustancia que provoca el famoso picor».
Cuidado meticuloso… y sostenible
En Horsal miman las verduras y hortalizas con un punto de vista ecológico. Protegen sus productos de las plagas con «lucha biológica», es decir, con insectos depredadores benignos para los alimentos, que se deshacen de aquellos otros que perjudican la cosecha, como por ejemplo las mariquitas contra el pulgón.
La cooperativa tiene desde 2009 una certificación externa de referencial de producto, y desde 2015 la del estándar internacional de calidad Global GAP. Además, ha logrado distribuir sus productos gracias a entidades como Vegalsa – Eroski, llegando, según explican, a un «importante número de clientes locales, fruterías, puestos de mercado y empresas de restauración».
El futuro de Horsal está en manos de nuevas generaciones que, igual que sus fundadores, están comprometidos con la sostenibilidad y la puesta en valor del rural y la agricultura, pilares clave de la alimentación y la economía gallegas.