Daveiga traspasa siglos con su pan de mar y revitaliza el rural gallego
La empresa con sede en Chantada funde innovación con tradición con sus 'galletas mariñeiras' y revitaliza una receta con siglos de historia
La gallega Daveiga revoluciona el mercado con su apuesta para revitalizar una receta de la Edad Media. La compañía fundada por los hermanos Lamazares supera los 60 empleos directos en su obrador de Chantada, del que cada día salen hasta 6.000 kilogramos de su productos estrella: las galletas mariñeiras.
Se trata de una adaptación de lo que siglos atrás se dio en llamar pan de barco o bizcocho de barco, una receta en la que se aplicaba un doble horneado al pan con el objetivo de que este perdiese su humedad y se mantuviese fresco durante las largas travesías en barco. Sus raíces se remontan hasta hornos como los que el Rey Felipe II ordenó construir en el siglo XVI en Neda para sacar adelante una producción con la que abastecer a la tripulación de los buques que zarpaban desde la costa gallega.
Este tipo de galletas siguió consumiéndose hasta la actualidad en países de América del Sur, pero por el contrario, en España habían quedado relegadas en favor de los crackers hasta que Lugar da Veiga ha logrado llevarla de nuevo a los stands.
La apuesta combinar innovación y tradición
La firma lucense ha introducido en el mercado una veintena de variedades que van desde las galletas mariñeiras clásicas hasta sus innovaciones con lino, espelta, quinoa o chía, así como sus especiales para canapés, otorgándoles así una mayor versatilidad. «Las hace especiales para la elaboración de canapés combinados con dulce o salado. Puede ser sustitutivo del pan fresco, pan tostado, pan de molde, galletas dulces y de la bollería», añade la compañía.
De esta forma, DaVeiga funde la tradición de una receta centenaria de este pan sin miga con los nuevos hábitos de consumo, apostando por ingredientes saludables y por materias primas libres de aditivos o de organismos genéticamente modificados.
Desarrollo sostenible
Tampoco emplea azúcar en las elaboraciones que se llevan a cabo desde Chantada, en donde la compañía rubrica su compromiso con la sostenibilidad y su apuesta por lo local. Y es que DaVeiga prioriza la contratación de personal que viva en el entorno de su planta y, además, ha creado una sociedad limitada laboral para que los propios trabajadores puedan convertirse en socios de la empresa y poder tomar así decisiones sobre su devenir.
Además, la compañía ha tejido una red de proveedores conformada, en su mayoría, por productores gallegos, un compromiso que la firma extiende hasta los seminarios de su Programa de Fomento de la Economía Social, en el que se abordan las posibilidades de innovación y desarrollo sostenible que brinda el rural gallego.
El éxito comercial de las galletas mariñeiras han permitido que Lugar da Veiga haya pulverizado los 6,6 millones de euros de facturación en 2020 y que haya llevado su modelo de éxito con productos naturales y ecológicos a eventos como la Feria Alimentaria de Barcelona y la feria Biofach de Núremberg. Además, la firma ha recibido diferentes espaldarazos del Financial Times, que la ha incluido en sus ediciones de los años 2018. 2019 y 2021 en el ranking de las las 1.000 empresas europeas que mayores tasas de crecimiento han cosechado en los últimos años.
Según el prestigioso diario, Lugar da Veiga ha cosechado un crecimiento del 171.8% entre los años 2016 y 2019, premiando así su apuesta por la economía social y el desarrollo local de una compañía que echó a andar en el año 2005.