Cermar, la conservera de las recetas innovadoras de Cambados roza los 20 millones en ventas
En 2022, tras alcanzar un volumen de producción cercano a los 22 millones de latas, la compañía experimentó un crecimiento del 31% con respecto al año anterior
Cambados cuenta con una de las conserveras que ha conseguido hacer de la innovación la fórmula para conseguir un lugar privilegiado en el mercado. Cermar comenzó a producir latas de conservas el 13 de mayo de 2009. Casi 14 años después la compañía se ha convertido en un referente del sector, entre otros motivos, por su innegable apuesta por la innovación para encontrar nuevos sabores con los que conquistar los paladares de los consumidores.
Según han explicado fuentes de la compañía a Economía Digital Galicia, los últimos años han tenido un recorrido meteórico, especialmente en 2022 donde, según sus cálculos, crecieron un 31% con respecto al año anterior alcanzado los 17,5 millones de cifra de negocio. Esta velocidad de expansión ha quedado avalada en dos ocasiones con los Premios Ardán de la Zona Franca de Vigo.
En concreto, en 2017 y 2020 obtuvo el reconocimiento de ‘Empresa Gacela’, una distinción que se concede aquellas compañías que presentan una tasa de crecimiento elevada y constante en su cifra de ingresos, por encima del 25% durante tres años, «siempre y cuando la cifra de facturación del primer año del periodo de análisis supere los 300.000 euros».
Vanguardia tecnológica
Desde Cermar se definen como una empresa en la que tienen «mucho cariño por su trabajo» y, ante todo, «miman la conserva». También destacan su espíritu innovador que les ha llevado a perfeccionar la tecnología dentro de su cadena de producción hasta el punto de contar con un sistema de envasado «más actualizado del momento, ya que, a diferencia de otros, podemos garantizar el contenido de las latas».
Con respecto al sistema de llenado, han sustituido el modelo volumétrico que suelen utilizar el resto de conserveras por una nueva tecnología que les permite tener control en todo momento del peso de cada una de las latas que producen.
Además de ello, cuentan con la última tecnología en materia de cocción. Se trata de un sistema que «se sale del estándar» y permite optimizar mucho los recursos de vapor energéticos necesarios para el proceso además de incrementar las capacidades productivas.
Sabores diferentes
Aunque en la fábrica llegan a trabajar 50 marcas diferentes, Galica y Cermar son las principales firmas que les han ayudado a consolidar su posición en el mercado. La apuesta por la evolución gastronómica es, sin duda, una de las claves de su éxito. Y es que en la compañía pontevedresa no se conforman con las versiones más clásicas de las conservas y han apostado por alternativas que ningún otro productor tiene como las cinco variedades del mejillón (salsillones, vinagreta gallega, salsa albariño, salsa marisco, salsa brava). «Ofrecemos una gama distinta a los consumidores para que tengan más opciones entre las que elegir», explican.
«Somos una empresa que nos gusta innovar, en el camino han quedado productos que no han funcionado pero, los que sí que lo han hecho, han tenido una gran acogida», sostienen desde la conservera tras mencionar otros productos claramente innovadores que ofrecen en su catálogo como el almejón a la gallega o la boloñesa de atún, uno de sus productos más versátiles perfecto para combinar con pasta, pizzas, arroz en blanco, tostadas, bocadillos, empanadas e incluso como relleno para una lasaña o canelones. Además de mariscos y atunes, dentro de su oferta se incluyen otras especialidades como filetes de caballa, marguliñas, sardinas, agujas…
El aprendizaje continuo y la adaptación a las nuevas necesidades de los consumidores resultan cruciales para una compañía en la que defienden que la conserva «debe tener una evolución; los consumidores queremos sabores nuevos, innovación y el nuestro es un sector que debe evolucionar en este camino».