Luis Tosar o la negación del contexto
Tosar pertenece a esa estirpe de actores que ya forman parte de la leyenda de los intérpretes confundidos con el mismísimo oficio de actuar
Tosar pertenece a esa estirpe de actores que ya forman parte de la leyenda de los intérpretes confundidos con el mismísimo oficio de actuar
Se suele decir que es el tiempo el que pone las cosas en su sitio… o no. Sin ir más lejos, este es un país donde su dictador durante cuarenta años murió en la cama
Asistimos, cada vez más, a la eclosión y predominio del medio sobre el mensaje, cuando creíamos ya que con las redes sociales habíamos conseguido enterrar a Marshall McLuhan
Sánchez se lava las manos, a la espera de que los errores de Feijóo, por sí mismo, hagan ver su inutilidad como salvador
Si Rusia gana la guerra de Ucrania, China anexionará Taiwán y la conflagración la tendremos bien servida. Basta comprobar en un repaso rápido por la historia que las guerras exteriores de envergadura mundial en las que se vio involucrado EE UU han sido siempre bajo gobiernos demócratas
Uno de los nuestros contra lo nuestro, pidiendo una reforma radical de contenidos y métodos en la Universidad: suponemos a Anxo Carracedo harto ya de ver como su institución más querida, su casa, se encuentra en un estado agónico que no parece tener síntomas de mejora
Revolucionaria sí, "vestida pero informal", no fueran a confundirla con alguna responsable de Más Madrid. Eso sí, oficiando de estandarte, Yolanda Díaz, una vez más, guiando y salvando al pueblo
Cuando nos equivocamos nos volvemos más cautos y temerosos pero ello no implica tener aprendido nada en particular, salvo haber logrado conseguir elevar las gónadas a la altura de la garganta
El paralelogramo de fuerzas políticas en Andalucía ya hacía presagiar el resultado. Parecía que podían gobernar todos, incluso por separado, bien cada fuerza por sí misma o bien por familias
Desembarcado ya Feijóo en Madrid, parece que ahora cumple tocar la gaita, decidir qué somos y que vamos a ser. La forma popular en verso de la gaita gallega parece que ya estuviese recitada; Ayuso, desatada