La siderúrgica gallega de Celsa regresó a beneficios en plena reestructuración del grupo
La sociedad que controla la planta de A Laracha y la de Vitoria pasó de unos números rojos de 100 millones en 2020 a un beneficio de un millón el pasado año, aunque mantuvo situación de quiebra técnica con un patrimonio neto negativo