Fundación ONCE potencia la formación en emprendimiento para personas con discapacidad

Muchos jóvenes han experimentado las enormes dificultades que presenta el acceso al mercado laboral. Muchos han sufrido las consecuencias de la crisis económica que dio comienzo en 2008 con la crisis sanitaria producida por la pandemia de la COVID-19. Además, también se encuentran un contexto laboral donde encontrar un contrato indefinido es toda una quimera y van enlazando contratos de prácticas o temporales.  

Pero, si por norma general se presentan muchas barreras para acceder al mercado laboral, las personas con discapacidad viven un panorama aún más desesperanzador ya que hay una tasa muy baja de contratación estando cerca de la exclusión social.  

Según los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la tasa de empleabilidad del 2020 ha aumentado mínimamente por tercer año consecutivo, al igual que la tasa de paro que cumplió el cuarto año bajando de forma progresiva.  

La tasa de empleo con personas con discapacidad fue del 26,7%, un aumento de 0,8 puntos con respecto al 2019 y que dista mucho del 64,3% de las personas sin discapacidad. Respecto a la tasa de paro para el colectivo con discapacidad el porcentaje se sitúa en un 22,2%, un descenso de 1,7 puntos respecto a 2019 y que desde 2017 ha ido descendiendo progresivamente hasta un total de dos puntos. Además, el número de parados con discapacidad se redujo en 5.000 personas (3,3%) durante 2020, mientras que en las personas sin discapacidad hubo un aumento del 9,3%. 

Pese a esta pequeña mejoría, los datos reflejan unos datos muy lejanos de los que presentan la población sin discapacidad, los cuales no representan una paridad y que deben de ir más allá del 2% exigido a las empresas en materia de contratación de personas discapacitadas.  

Por eso, cada vez es más urgente implementar políticas que apuesten por la inclusión social de las personas con discapacidad en el mercado laboral y que puedan competir en unas condiciones equiparables a las de todo el mundo. 

Acuerdo entre Fundación ONCE y FEFN 

Aun con estos datos, la inclusión social tiene que seguir aumentando y facilitar el acceso a la empleabilidad. Por eso, dos de las organizaciones más reconocidas a nivel nacional como son Fundación ONCE y la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) han firmado un convenio de colaboración para mejorar la formación y el acceso al empleo de las personas con discapacidad.  

Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, y José Manuel Trigo, presidente de la FEFN, han demostrado su compromiso para mejorar la inclusión de las personas con discapacidad a través de acciones relacionadas con la formación, el empleo y la accesibilidad.  

Lo que ha animado a FEFN es que dl total de familias numerosas que hay España, el 16,8% presenta algún miembro con discapacidad. Por eso, han optado por dedicar especial atención a la discapacidad. 

Este convenio hace alusión al desarrollo de acciones formativas, teóricas y prácticas, destinadas a personas con discapacidad con titulación académica, así como al establecimiento de programas de captación, orientación e inserción laboral de ciudadanos con discapacidad, “con la finalidad de conseguir su acceso al empleo de calidad”, explican desde la propia Fundación.

El objetivo es la cooperación para la promoción de la accesibilidad laboral

Incluso ambas entidades se han propuesto colaborar en iniciativas para la formación y contratación de trabajadores con discapacidad y jóvenes en situación de vulnerabilidad social”. De esta forma, el convenio consiste en “un programa de cooperación para la promoción de la accesibilidad universal y el diseño para todas las personas, incluidos los espacios virtuales, en los edificios, instalaciones y servicios, poniendo el foco en la accesibilidad tecnológica”. 

De este modo, pretenden impulsar jornadas formativas en diferentes materias y ámbitos como la accesibilidad física o la atención a clientes con discapacidad.  

En el panorama nacional, empresas como ONCE realizan una gran labor por mejorar las competencias profesionales de aquellas personas que padecen una discapacidad. Por ejemplo, algunas de las modalidades que han iniciado son la convocatoria de emprendimiento para personas físicas, becas para la matriculación en el título propio de Experto en Start-up Management de la Universidad de Valencia destinado a profesionales o estudiantes con discapacidad o, la más reciente, la emCa (Emprendimiento con Apoyo), que permite la posibilidad de tener un empleo por cuenta propia a personas con discapacidad con el objetivo de que puedan convertirse en empresarios sostenibles.