Rato planteó a Salgado la suspensión de la salida a bolsa de Bankia
La ex vicepresidenta apeló a cuestiones de Estado para mantener la operación
La ex vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado (PSOE), intervino para que Bankia sustanciara su salida a bolsa aunque el presidente de la entidad, Rodrigo Rato, tiró la toalla dos días antes del debut. El Gobierno argumentó que España no se podía permitir ese fracaso.
La vicepresidenta añadió que la credibilidad como país estaba en juego en un momento en el que la mayoría de socios internacionales dudaban sobre las capacidades para reorganizar el sector financiero sin ayuda exterior, según ha podido saber Economía Digital. Salgado, frenando a Rato, quiso evitar también la contaminación de otras operaciones recientes, como la protagonizada por Caixabank.
Pequeños inversores
Mientras la alta dirección de Bankia dudaba sobre la conveniencia de la operación, la maquinaria para asegurar el éxito de la colocación bullía. Hasta 15.000 oficinas bancarias echaron el resto en todo el país.
El Santander, la propia Bankia, Barclays, el Sabadell y Pastor, las entidades designadas por Rato para vender entre los ahorradores los títulos del grupo financiero ahora nacionalizado, prometían a sus clientes fuertes dividendos.
Primeras dudas
Las primeras dudas las generó JP Morgan. El banco de negocios estadounidense colocador advirtió a Rato de que el pool de inversores institucionales sondeados no estaban dispuestos a pagar más de cuatro euros por título.
Los clientes de JP Morgan tuvieron ocasión de examinar las cuentas del banco liderado por Caja Madrid y Bancaja. En ese momento, Rato comunicó a su equipo de colaboradores que cabría considerar cómo abortar la operación por los fuertes descuentos a aplicar y plantear una alternativa para recapitalizar Bankia. Quedaban dos días para que la campana sonara en la Bolsa de Madrid
Presunta estafa
Salgado convenció a Rato (que no pensó en dimitir) con esos argumentos de Estado y la acción salió al mercado a 3,75 euros por título. El descuento fue del 70% sobre el valor en libros. El precio bursátil contribuyó a generar el agujero patrimonial que provocó esta primavera la mayor nacionalización de la historia en España.
En su última cotización el banco cerró en 0,67 euros por acción. La formación del precio de salida y la depreciación es la principal duda del juez Fernando Andreu, que investiga en la Audiencia Nacional presuntos delitos de estafa. Rato declaró el jueves como imputado.
Sin explicación
El ex presidente de Bankia considera que la trayectoria bursátil de la entidad tiene su explicación en la normativa que el gobierno español ha desplegado desde la salida a bolsa. Según el relato judicial, no encontró argumentos internos para justificar la deriva. Rato destacó ante el juez que el precio inicial (3,75 euros) se mantuvo estable hasta que se decretaron los nuevos requerimientos de capital, informa El Mundo.
Andreu ha decidido investigar de oficio este extremo, aparte de las denuncias de Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido de Rosa Díez, y del trabajo de la Fiscalía Anticorrupción. El juez ha pedido a Bankia el Libro de Órdenes, documento que recoge el comportamiento previo a la salida a bolsa de los inversores institucionales.