¿Rajoy austero? Cada español ocupado debe ya 56.000 euros
Los expertos alertan de que sin medidas drásticas, la troika enmendará a Rajoy
El debate económico en España ha quedado atrapado en una discusión entre la defensa de políticas de austeridad y la petición de medidas de estímulo. Pero los datos indican que no se ha producido apenas reducción de la deuda. Al contrario. Sigue subiendo, y ha llegado al 89,5%, rozando el 90%. ¿Es entonces el presidente Mariano Rajoy el rey de la austeridad? ¿Qué está sucediendo?
El ministro de Economía, Luis de Guindos, pretende ofrecer un cierto optimismo, porque el sector exterior está creciendo, y las exportaciones muestran que las empresas españolas son competitivas, por delante, incluso, en estos momentos, de las empresas francesas o alemanas. Pero los números son tozudos. España se encuentra en una situación “crítica”, a juicio de los expertos consultados por Economía Digital, porque no se afronta el verdadero problema: “la reducción del gasto, que debe ser superior a lo que pueda crecer la economía, para poder reducir la deuda”. Otra cosa sería abordar quitas de la deuda, pública y privada. Pero no entran, por ahora, en ello.
Los políticos «no hacen su trabajo»
Esas palabras corresponden a un hombre que ha pilotado la economía española, que estuvo en la sala de máquinas. Se trata de David Taguas, ex jefe de la oficina económica de José Luis Rodríguez Zapatero, –la dejó en mayo de 2008 para presidir la Seopan– y director del Instituto de Macroeconomía y Finanzas de la Universidad Camilo José Cela. Taguas deja claro que “los políticos, de todos los gobiernos, no hacen su trabajo”.
El punto de partida es que, tras la salida de Zapatero de la Moncloa, el peso del gasto público en la economía española era del 45%, y ahora es del 47%. La deuda está ya en el 90% del PIB. No hay crecimiento. Cada español, si se cuentan los 46.704.314 millones de habitantes que recoge el INE, debe 20.000 euros. Y si pensamos en los españoles que trabajan, los ocupados, entonces cada uno de ellos debe, como apunta Taguas, 56.000 euros.
Reducir el gasto no productivo
El déficit en 2012 fue del 10,63%, porque, según Taguas, no se puede dejar de lado las ayudas al sector financiero, que, pese a los acuerdos del Consejo Europeo de la UE, las debe asumir el Estado español. Sin contar esas ayudas, en todo caso, el déficit alcanzó el 8%, según Taguas, aunque el Gobierno lo situó en algo más del 7%. Y el Gobierno, para atajar ese déficit, ha subido impuestos, lo que ha llevado a reducir el ahorro de familias y empresas.
Taguas asegura que sólo puede haber un camino: “Lo que se podría hacer, pese a todas las dificultades, es reducir el gasto no productivo, de verdad, y, al mismo tiempo, reducir la carga impositiva”. Taguas no entiende como en Catalunya, además, “con un gobierno de CiU, en teoría liberal, el IRPF está en el 56%”.
Sólo reducción en inversión
Alejandro Varela, analista de Renta 4, entra también de lleno en el volumen de deuda pública de España. Y señala que el Gobierno “está metiendo mano en el capítulo de inversión, pero se está haciendo muy poco en el capítulo del gasto público”. Y en el sector privado, los deberes se están haciendo, pero “no es suficiente para crear empleo”.
Varela señala que hay algunas mejoras, y que España también depende en gran medida de que Europa crezca con fortaleza. “Si el entorno europeo no ayuda, no veo posible un crecimiento real de la economía española”, asegura.
Taguas insiste en que el Gobierno tiene un camino por recorrer: “la reducción del gasto no productivo implicaría entrar en la administración pública, no en las inversiones, sino en la reducción de duplicidades en los ministerios, en las diputaciones, empresas públicas, en las televisiones autonómicas, en todo lo que sea pueda reducir”.
Mayor esfuerzo de las autonomías
¿Es exagerado? El catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, Oriol Amat, coincide con Taguas, porque entiende que el mayor esfuerzo lo debe hacer ahora la administración central. “ De cada 100 funcionarios de plantilla que se han reducido en 2012, 75 corresponden a las comunidades autónomas, y 22 a las corporaciones locales, y sólo tres a la administración central del Estado”.
Es decir, Rajoy, según los expertos consultados, no está atacando el problema central, pese a que, supuestamente, ha puesto en marcha un plan de austeridad.
Oriol Amat considera que no se está aprovechando el momento, “ni en el conjunto de España, ni en Catalunya, para transformar la administración, con un plan que la haga más ágil, más moderna y eficaz”. Y ofrece un ejemplo, que enlaza con la idea de Taguas. “En TV3 el Govern de Artur Mas quiere recortar un 10% de plantilla, pero sin tocar el modelo, cuando lo que toca es transformar el modelo de la administración catalana, y de toda su estructura”.
Europa vigila
David Taguas, contrariado porque entiende que el debate económico en España no está abordando la crudeza de los datos, recuerda que el exceso de deuda, que roza el 90% del PIB, puede ser un desastre, que podría llevar a la troika a tomar decisiones. “Si un Gobierno no hace los deberes, por el coste político que supone, lo hará Europa por él”.
Los datos que aporta Taguas es que desde diciembre de 2007, la deuda pública ha aumentado en 540.521 millones de euros, a más de 100.000 millones al año. Que en 2012 aumentó en 15 puntos del PIB, y en el primer trimestre de 2013 creció a un ritmo anual de 16,7 puntos.
¿La inercia será la salvación?
Y la destrucción de empleo ha ido en paralelo, con un millón de empleos menos por cada 13,4 puntos de incremento de la deuda pública.
Amat concluye que, pese a todo, hay indicadores que invitan al optimismo, como el aumento de las exportaciones.
Y considera que España irá saliendo del pozo, poco a poco, aunque “quizá más como inercia” que por méritos propios.