Rajoy aguanta: los mercados desconocen quién es Bárcenas
Los analistas creen que los inversores no castigan a España y que vigilan ahora a Italia
El mercado tiene su dinámica propia, ajeno a la letra pequeña que se debate en cada país. En los últimos días el escándalo provocado por los papeles de Luis Bárcenas, el ex tesorero del PP, ha generado la percepción de que España iba a ser, de nuevo, el objeto de deseo de los inversores y que el país sería devorado por los especuladores. Y, aunque el nerviosismo sí generó un aumento de la prima de riesgo, y descensos en la Bolsa, el Gobierno español aguanta el tirón. Los mercados están ahora mucho más pendientes de lo que pase en Italia, y desconocen quién es ese señor Bárcenas.
Esa es la opinión generalizada de los analistas y expertos consultados. Carlos de Andrés, director de inversiones de March Gestión, considera que ha habido “mucho ruido” en España, que no se ha traducido en una penalización en los mercados.
Recoger beneficios
Lo que ha ocurrido en los últimos días, además, según De Andrés, responde a otros factores: la decisión de levantar la prohibición de las inversiones a corto; la voluntad de recoger beneficios después de las subidas de los últimos meses en la Bolsa; la incertidumbre que genera las elecciones italianas, con la subida en las encuestas de Silvio Berlusconi o la falta de acuerdos en el Consejo Europeo, en que se ha reflejado un choque frontal entre los países del norte y de la periferia de Europa sobre el recorte del presupuesto.
El argumento de De Andrés se plasmó este jueves en la reunión del Banco Central Europeo. Su presidente, Mario Draghi, decidió mantener los tipos de interés en el 0,75%. Y en sus explicaciones, la situación de España dejó de ser el centro de antención. Draghi se refiriró a la liquidación del Irish Bank Corporation (IBRC), el antiguo Anglo Irish Bank, o al escándalo del Monte Dei Paschi, por la comercialización de derivados y su posible implicación, cuando él era el gobernador del Banco de Italia.
Y cuando habló de España lo hizo para dejar claro que explicará la próxima semana en el Congreso la política monetaria del BCE, pero, principalmente, viajará a Madrid para «escuchar a los legisladores», sin entrar «en temas políticos o nacionales».
Buena colocación del Tesoro
Carlos de Andrés destaca la colocación de deuda del Tesoro, que fue mayor de la prevista, aunque con un interés algo mayor que en la última subasta. El Tesoro colocó este jueves hasta 4.610,7 millones de euros. De ese total, 1.947,57 millones fueron en bonos a dos años. Y aquí el interés medio fue del 2,823%, frente al 2,476% de la anterior ocasión. Mayor interés, por tanto, pero no excesivo. La prima de riesgo –la diferencia entre el bono español y alemán a diez años– bajó ligeramente y se estableció en 381 puntos. Y la rentabilidad del bono a diez años se fijó en el 5,423%.
Soledad Pellón, estratega de mercados de IG, coincide con De Andrés. “La reacción de los mercados en los últimos días fue desmesurada, porque socialmente se había reaccionado con mucha preocupación a los casos de corrupción, pero ahora se ha normalizado”. El argumento de Pellón es que las posiciones bajistas están influyendo. Los inversores recogen beneficios y la bolsa española “se comporta ahora como otras plazas europeas”.
Italia, Italia, Italia
¿El peligro real, por tanto? “Italia, Italia, Italia”, responden los analistas. El ascenso de Berlusconi preocupa. Desde un posicionamiento político, como defensor de un sistema democrático, que el mercado tema ese ascenso podría preocupar, porque el primer ministro italiano, Mario Monti, fue designado directamente por Bruselas, y por la canciller alemana, Angela Merkel, sin pasar por las urnas. Pero Berlusconi u otras opciones más populistas causan temor en Bruselas y en toda la zona euro.
El problema para España, por tanto, no es que un determinado escándalo político se dimensione. El problema es si se percibe que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no puede aplicar las reformas estructurales en marcha.
Ese es el análisis de Alejandro Varela, de Renta 4. “Es cierto que se ha creado un cierto optimismo por algunos indicadores, como el descenso en el déficit exterior, o la colocación de deuda en los mercados, pero el pago de la deuda es tan elevado que será necesario otras medidas, porque lo que hace falta es crecer, es animar la economía”.
Ajuste, no, reactivación sí
El problema, Varela se cuestiona si Rajoy puede seguir en estos momentos el ritmo de las reformas- “Bajo la sombra de las acusaciones de corrupción, ¿qué respaldo podrá tener para aplicar medidas que no gustarán a la ciudadanía? ¿Aplicará una reforma en profundidad en la administración pública, que es necesaria?”
El denominador común de los analistas de mercado es que a lo largo de este año, España podría sufrir una cierta volatilidad, pero nunca superior a la de 2012. La atención ya no está fijada de una forma tan severa en los planes de ajuste, de reducción del déficit, sino en posibles medidas de reactivación económica.
Pellón incide en que, cuando se conozca el dato final del cierre de 2012, y el déficit sea más elevado de lo previsto, los mercados penalizarán a España, pero no irá más allá del primer impulso.
Carlos de Andrés señala que lo importante es que la preocupación de Bruselas ha cambiado. Y que la flexibilización del déficit será un hecho. El director de inversiones de March Gestión recuerda que no se puede pedir a España ahora lo que Alemania consiguió “en diez años”, en referencia al ajuste fiscal alemán, tras la unificación.