Por qué gastamos más estas navidades si ganamos lo mismo
Los expertos estiman que las familias españolas gastarán hasta un 10% más que el año pasado
El comercio se ha preparado para una buena campaña de Navidad, con un incremento de las contrataciones ante la expectativa de una subida de las ventas. Varios estudios vaticinan este incremento, a pesar de que el paro sigue afectando al 21% de los españoles y que los salarios no han despegado.
Deloitte prevé que cada hogar se gastará 684 euros, casi un 10% más que hace un año, mientras Esade estima una subida de entre el 4% y el 5%. Estos incrementos se producen cuando la recuperación es todavía precaria: «La situación económica es muy parecida a la de años anteriores. Crece el PIB y baja el paro, pero los salarios no suben», explica Josep-Francesc Valls, profesor de Marketing de Esade y autor del estudio de la escuela de negocios de Barcelona.
¿Por qué gastaremos más si ganamos lo mismo? No hay que olvidar que el paro ha disminuido, lo que hará que algunas familias sí que tendrán un mayor poder adquisitivo. Pero éste no es el factor más importante. Las principales causas son psicológicas y también tienen que ver con los hábitos de consumo.
La luz al final del túnel
Hay un efecto psicológico muy importante en el consumo. Y más en estas épocas, en las que el corazón toma un papel protagonista en las compras. Todos los estudios apuntan a que el incremento de la confianza de los consumidores, por la perspectiva de salida de la crisis, influirá en el gasto de estas fiestas.
«El consumidor se muestra más optimista que en años anteriores, lo que repercutirá en una subida significativa del gasto en Navidad», explica Victoria Larroy, socia de Deloitte. Dos de cada tres españoles cree que 2016 será mejor que 2015.
Más descuentos
Los descuentos siempre incitan al gasto. A los españoles les excitan las rebajas, según Esade. La escuela de negocios constata que muchas personas han aprovechado jornadas de descuentos, como el Black Friday y el Cyber Monday, para adelantar compras. «Han aparecido como un fenómeno mediático, con mucha publicidad, y ha sido una gran explosión comercial», explica Valls.
Más ‘on line’
Los consumidores cada vez son más on line. El uso de internet y del smartphone se ha generalizado, también para comprar. En la red, los compradores pueden encontrar los mejores precios, ya que los descuentos no suelen circunscribirse a una época concreta del año y muchas plataformas ya fueron creadas para ofrecer ofertas o incluso gangas. Aunque se compre más barato, termina subiendo el gasto porqué compran más.
Todo ello provoca que la compra racional, que se ha impuesto durante la recesión, esté quedando parcialmente aparcada, con una compra algo más emocional. Los consumidores están empezando a dejar atrás la crisis y a comprarse algún capricho, aunque todavía la tienen en cuenta y aún pesa el precio y hacerse con lo que realmente se necesita.