Los datos de empleo devuelven a España a los peores años de la crisis
En agosto se destruyeron 212.984 empleos, el peor dato en un octavo mes desde 2008, año de inicio de la crisis económica
Mal tono en los datos de empleo. La desaceleración económica ya empieza a notarse en el mercado laboral, una debilidad que hace recordar a los peores años de la crisis. La Seguridad Social cerró el mes de agosto con 19.320.227 afiliados tras perder 212.984 trabajadores. Aunque agosto es un mes tradicionalmente malo para el empleo por la estacionalidad de la actividad económica, se trata de la mayor destrucción registrada en un octavo mes del año desde hace una década.
Hay que remontarse a 2008, al inicio de la crisis económica, para encontrar un peor dato. Ese año, en plena debacle económica, el número de afiliados cayó en 244.666 personas en agosto respecto a julio.
Por su parte, el número de parados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) aumentó en agosto en 54.371 personas respecto a julio, el mayor incremento en ese mes desde 2010, hasta situarse en los 3.065.804 desempleados.
Según los datos difundidos este martes por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la desaceleración del mercado laboral comienza a notarse, con unos datos de paro y afiliación que son ligeramente peores que los del año pasado.
Por un lado, el empleo rompe la tendencia mensual al alza de la ocupación registrada en los últimos seis meses con la que se alcanzó récord de afiliación el mes pasado con 19,53 millones de empleos. Además, si se tiene en cuenta el último año, aunque el empleo ha crecido en 480.413 personas, la cifra refleja una ralentización respecto al crecimiento interanual de los cuatro agostos anteriores.
A su vez, el aumento mensual del paro en agosto supera los registrados en ese mismo mes de 2018 (47.047 personas) y 2017 (46.400 personas) y, especialmente, los de 2016 (14.435), 2015 (21.679) o 2014 (8.070 personas).
El empleo pisa el freno
El pasado mes de julio ya se atisbaba una cierta ralentización en el mercado laboral. Aunque el paro bajó y aumentó la afiliación a la Seguridad Social, los datos fueron los más bajos desde hace años en ambos casos, más teniendo en cuenta que se trata de un mes de julio, en el que el trabajo de la temporada alta del verano suele animar las estadísticas. Concretamente, el desempleo se redujo solo en 4.253 personas, la cifra más baja desde 2008; la afiliación creció en 15.514 cotizantes, el menor aumento desde 2012.
A esto se une el estancamiento de la tasa de desempleo en el 14%, según los últimos datos actualizados de Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre. Esta proporción, una de las más altas de la Unión Europea, requiere medidas reformadoras e impulsoras del empleo (tal y como ha instado el Banco de España), lo que pasa, primero, por la urgente necesidad de que se forme gobierno.
La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, así como el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, han admitido que habría que acometer varias reformas para acelerar la generación de empleo.
Calviño, además, ha alertado de los costes económicos que tiene prolongar la formación de gobierno, ya que no hay capacidad para acometer reformas que palíen las incertidumbres y riesgos a las que se enfrenta el país. «La falta de gobierno tiene costes» recalcaba la ministra, consciente de la ralentización que empieza a reflejarse en datos macroeconómicos como el PIB, que creció dos décimas menos en el segundo trimestre respecto al anterior como consecuencia de la contracción de la inversión empresarial y a la ralentización del consumo en los hogares.