La OCDE advierte a España: un país viejo no tiene futuro
La OCDE alerta de que España es el país donde crecerá menos la renta per cápita hasta 2060 por culpa del envejecimiento de la población
El envejecimiento de la población lastrará la riqueza de los españoles. Así lo advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su último informe de prospectiva a largo plazo pronostica que el producto interior bruto (PIB) per cápita de España crecerá el 54% en 2060, por debajo del 69% de media de los países miembros de la institución.
El principal factor que influye en este horizonte sombrío es el envejecimiento de la población, que reducirá en un 17,81% la población en edad de trabajar. Además, según el organismo, España presentará peores cifras que la media en el alza de la tasa de empleo, que apenas aumentará el 0,67% frente al 2,99% de media de los países de la OCDE. La productividad laboral se situará en la media.
Otros países que compartirán un estancamiento de la riqueza con España son Canadá (con un incremento del 54,3%); Italia (56,1%), Estados Unidos (57,2%), Grecia (58,7%), Suiza (58,8%) y Finlandia (59,8%). En cambio, otros países aumentarán su riqueza por encima de la media. Es el caso de Turquía (con un incremento del 115,3%), de Eslovaquia (90,1%), de Irlanda (84,1%) y de la República Checa (84,4%).
La OCDE elabora estos informes de prospectiva a muy largo plazo no porque pretenda acertar sobre lo que sucederá dentro de más de 40 años, ya que no es verosímil que en tanto tiempo las políticas sigan siendo las mismas, informa EFE. El objetivo es disponer de un escenario de referencia para, a partir de él, poder analizar el impacto que tendrían cambios en esas políticas, y en especial mostrar los beneficios de las reformas estructurales que propugna.
La OCDE alerta contra el proteccionismo
El organismo también se refiere al riesgo de una oleada proteccionista, que trasluce en la incipiente guerra comercial entre EEUU y China, iniciada por Donald Trump. Según la organización, si los aranceles se situaran a la altura de los de la década de los noventa, en 2060 el nivel de vida se reduciría de media en un 14%.
El impacto sería más grave para los países emergentes, como el grupo de los BRIICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica), donde la riqueza se reduciría el 18%. Para Estados Unidos, el recorte se situaría entre el 6 y el 7%, dado que sus niveles arancelarios ya eran relativamente bajos en los noventa, mientras que para la zona euro el descenso sería del 4,5%.