Mas rompe la barrera de los 60.000 millones en deuda de la Generalitat
Catalunya tiene comprometido el 32% del PIB, ratio que contrasta con el 13% de la Comunidad de Madrid; Valencia sigue como la región con las cuentas más desequilibradas
La gestión económica del gobierno de Artur Mas arroja el siguiente balance en términos presupuestarios relativos al primer semestre: Catalunya ha roto la barrera de los 60.000 millones en deuda. Se trata del 32% del producto interior bruto (PIB) y la cifra equivale a la totalidad de los ingresos anuales de la economía catalana (61.000 millones).
Según los datos que el Banco de España publicará este viernes, el primer trimestre del año la Generalitat ya admitía a la entidad reguladora 59.700 millones de desfase. El límite psicológico se superó, oficialmente, un mes después, el 30 de abril, con un volumen próximo a los 62.000 millones. Llevado al bolsillo de cada catalán, supone una carga individual de 8.252 euros.
¿Control del déficit?
El supuesto control de déficit del que ha hecho gala el Ejecutivo catalán parece brillar por su ausencia en los informes del Banco de España. Artur Mas heredó la Administración autonómica con una deuda de 34.000 millones; en prácticamente cuatro años acumulados de mandato la cifra va camino de duplicarse.
Puesta en contexto, Catalunya se cuenta entre las tres comunidades autónomas españolas con mayores desequilibrios financieros.
En la clasificación que se elabora con la ratio PIB/deuda sólo está superada por Valencia, que acumula una deuda equivalente al 34%, y Castilla-La Mancha, con el 33%. En el extremo opuesto se halla la Comunidad de Madrid, la más saneada, con un 13% de su riqueza amarrada a la deuda.
Dependientes del Gobierno central
Del estado financiero de las autonomías se aprecia otra realidad. La única financiación disponible para la mayoría de ellas es la del Gobierno central. De hecho, en los primeros meses del año, Catalunya disparó el volumen de su deuda por la inyección masiva (1.960 millones) que realizó el llamado fondo de liquidez autonómico (FLA), habilitado por el ministerio de Hacienda.
El Ejecutivo de Mas espera 4.387 millones adicionales del Estado en lo que resta de año. En otros tiempos, las autonomías lograban una parte de su financiación de la banca, los propios inversores locales y de los mercados internacionales.
La situación de quiebra virtual en la que está sumergida la Generalitat ha sido alertada nuevamente por las agencias de rating en las revisiones que realizan sobre la economía española. Fitch, por ejemplo, mantiene al borde del bono basura a administraciones como la catalana y valenciana. La agencia estadounidense informó en mayo de que persisten la debilidad recaudatoria y el descontrol en el déficit.
Posibilidad de retorno
La capacidad de la Generalitat para reembolsar los 62.000 millones dependerá del crecimiento económico. En este sentido, las proyecciones sí son moderadamente optimistas. El estudio más reciente lo ha elaborado el observatorio del BBVA, cuyo servicio de estudios es de los más reputados.
El PIB catalán aumentará el 0,9% este año, frente al 0,6% que había previsto la propia entidad. Lo hará en un 1,5% en 2015. Los dos porcentajes, sin embargo, son inferiores a la previsión para el resto de España, que es del 1,1% en 2014, y del 1,9% en 2015.