Mafo busca ayuda internacional para crear el ‘banco malo’ de Rajoy
El Banco de España contacta con Credit Suisse, Goldman Sachs y UBS para solucionar definitivamente el 'ladrillo' del sistema financiero español. Las dudas sobre la banca hunden a la Bolsa hasta niveles de 2009 en una sesión con 29 valores en pérdidas
El Gobierno de Mariano Rajoy está sondeando a bancos de inversión extranjeros para dar carpetazo a los activos tóxicos que lastran al sector financiero, aquejado del desplome de los precios inmobiliarios y que pone en solfa la solvencia del país.
Fuentes próximas a los contactos citadas por Reuters aseguran que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha pedido al Banco de España que contacte con Credit Suisse, Goldman Sachs y UBS. En todo momento se ha evitado que las negociaciones impliquen directamente a miembros del Ejecutivo.
La operación cuenta con el apoyo de Lazard, Blackstone y BNP Paribas. Se trata de las entidades que han acumulado mayor experiencia en este tipo de operaciones. Concretamente ayudaron a crear la Agencia Nacional de Activos de Irlanda, donde los bancos del país arrinconaron su ladrillo, o que, por otro lado asesoraron en la reestructuración de la deuda griega. Economía ya insinúo que podría crear un banco malo, es decir importar la solución irlandesa, para sanear definitivamente los balances de las entidades españolas.
«El Gobierno (español) está estudiando ideas y lo hace a instancias del Fondo Monetario Internacional», según ha explicado el director global de instituciones financieras de Societe Generale, Pierre-Yves Bonnet, a Reuters. «Pero es una decisión con mucha transcendencia política, porque significa reconocer que inicialmente habían subestimado el volumen de las provisiones necesarias».
Desplome en Bolsa
Entretanto, precisamente las dudas sobre la solvencia del sector están detrás del desplome de la renta variable española. El Ibex 35 cayó este miércoles un 2,5% lo que le llevó a situarse en los 6.831,9 enteros, su nivel más bajo desde marzo de 2009 y tras haber tocado mínimos de junio de 2003, mientras que la prima de riesgo española ha repuntado hasta los 425 puntos básicos.
En concreto, el selectivo cerró la sesión con 29 valores en rojo y siete en verde en una jornada en la que llegó a perder más de un 3% por la desconfianza de los inversores tras conocerse además algunos datos como el paro de la eurozona, que marca en marzo un nivel récord del 10,9%, liderado por el 24,1% de España.
En concreto, Bankia, entidad bajo la lupa del ministro De Guindos, ha liderado los descensos del selectivo, con una caída del 5,13%, seguido de Repsol, que se ha dejado el 4,84%, Gamesa (-4,48%), Popular (-4,31%), Sabadell (-4,15%), Bankinter (-4,14%), Sacyr-Vallehermoso (-3,97%), BBVA (-3,33%) y Santander (-3,31%).
Algunos analistas consultados por Economía Digital esperan que los precios inmobiliarios bajen otro 20% o 30%, dejando en nada las provisiones del sector financiero y alimentando la amenaza de un eventual rescate para España, siguiendo la estela de Grecia, Portugal e Irlanda. Este temor es el que está arrojando a la Bolsa española por la borda y poniendo al Gobierno entre la espada y la pared.
A toda prisa
En este escenario, las fusiones entre entidades para generar bancos con un balance mínimo de 150.000 millones y que cumplan con los niveles exigidos por Bruselas es la prioridad. La segunda fase será retirar el ladrillo de las entidades resultantes y aparcarlas en el banco malo cuya operación se está cocinando más allá de las fronteras españolas.
El Gobierno ha remarcado que no pedirá ayuda al Fondo Monetario Internacional ni a la Unión Europea para captar capital que le permita salvar al sistema financiero. Hasta la fecha, De Guindos ha exigido 54.000 millones en provisiones extraordinarias que parecen ser insuficientes a juicio de los analistas internacionales.