Macro ERE bancario: 30.000 despidos en 2013
Los sindicatos piden que se primen las excedencias y las bajas incentivadas para suavizar la gran restructuración del sector financiero
Al sector financiero español le sobran 30.000 empleados y 10.000 oficinas, según la Asociación Española de la Banca (AEB), la patronal del sector. El ajuste empezará el próximo año y, aunque el grueso abandonará los bancos y cajas mediante distintos expedientes de regulación de empleo (ERE) hasta 2015, los próximos 12 meses serán traumáticos desde la óptica laboral.
Sindicatos y entidades coinciden en cifrar el excedente de sucursales, pero mientras unos apuestan por adelgazar las plantillas al ritmo que marque el repliegue de la red, otros consideran que esta es la oportunidad más evidente de los últimos años para mejorar el trato con el cliente y alcanzar las medias europeas de eficiencia.
Mejorar el servicio
Comisiones Obreras (CCOO) se cuenta en este último grupo y cita casos de éxito que han logrado que el pacto entre banqueros y trabajadores para reducir la plantilla se convierta en una fortaleza desde el punto de vista del usuario. En escenarios semejantes se reconocen a Banco de Valencia y a la catalana Unnim, recién adquirida por BBVA. Ambas entidades ejecutan los ERE y redistribuyen la plantilla restante entre las sucursales que se mantendrán abiertas.
“En Europa la media de empleados por cada oficina es de 10 trabajadores y son más eficientes que las españolas, que cuentan con tres profesionales cada una”, recuerda el secretario general del sector financiero de CCOO, Luis Jiménez. Los sindicatos apelan a esta comparativa para dudar sobre los cálculos de la patronal que dibuja un escenario de 25.000 despidos en el mejor de los casos, en función de cómo Bankia plantee su reestructuración. Los representantes de los trabajadores reducen la cifra a un tercio.
Suavizar el ‘golpe’
Pero sea cuál sea el número de afectados, la industria barrunta que el empleo se perderá con aplicación estricta de la reforma laboral. Probablemente, Bruselas obligará a aplicar la legislación vigente sin extras como consecuencia de la inyección de los fondos europeos para el rescate de la banca solicitado por el gobierno español. El próximo diciembre entidades como CatalunyaCaixa, en fase de privatización, o Novagalicia Banco traspasarán activos al banco malo.
Las pérdidas imputables a la maniobra de cesión se contrarrestarán con fondos públicos europeos sujetos a una estricta condicionalidad. La primera ronda será de 30.000 millones, muy por debajo del techo de 100.000 millones fijado por Madrid y el gobierno europeo. Sin embargo, el margen de negociación para la reestructuración quedará anulado por Bruselas y ni sindicatos ni entidades podrán pactar más allá del nuevo marco laboral. Dicho de otro modo, los expedientes cómodos tocarán a su fin. En la banca, tradicionalmente, los ERE han sido más generosos que en otros sectores porque “cuando administras dinero ajeno no interesa la conflictividad laboral”, recuerda un alto directivo de entidad.
Bajas voluntarias
La posibilidad de que la Comisión Europea intervenga en el despido de profesionales tiene alternativas para los sindicatos. CCOO opina que “las entidades gozan de base suficiente para hacer los ajustes de manera cómoda para quiénes quieran marcharse”. Bajo su óptica, la meta está en lograr el mayor número de bajas incentivadas para reducir los afectados por los ERE. Jiménez recuerda que en Unnim el nivel de adhesión ha logrado reducir a la mitad el expediente inicial. Finalmente, en la pequeña caja catalana –25.000 millones en activos— habrá 600 despidos de los 1.200 previstos.
En el marco de destrucción de empleo generalizado, la propuesta de BBVA para su nueva franquicia parece una oportunidad para los empleados más jóvenes de Unnim. «Se reciclarán fuera de la empresa para obtener un mayor grado de especialización y cobrarán, mientras tanto, el 30% del sueldo hasta que recuperen su plaza”, dice Jiménez. De momento el expediente más ventajoso en términos de indemnización lo ha vehiculado Banc Sabadell para la CAM, con 35 días por año trabajado más pagas de incentivación vinculadas a la antigüedad. Todo apunta a que estas condiciones tienen los días contados.