Los sindicatos restriegan al Gobierno el fracaso de la austeridad
Setenta manifestaciones en toda España recuerdan a los 80.000 trabajadores inmigrantes y el empleo que no se recupera
Las 70 manifestaciones de trabajadores en toda España han recordado al gobierno su deber pendiente, su gran reto sin superar: los altos índices de paro. Los sindicatos han acordado mostrar al Gobierno el fracaso de las políticas de austeridad, incapaces de volver a generar una sólida creación de empleo.
Los sindicatos y agrupaciones variopintas que han marchado este 1 de mayo también para reivindicar lo que es casi un imposible: la recuperación de los derechos laborales perdidos y la eliminación de la reforma laboral.
Las marchas han copado las principales ciudades españolas bajo el lema «Sin empleo de calidad no hay recuperación». La principal novedad de la jornada reivindicativa es que los líderes sindicales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, no han marchado en Madrid, como es habitual, sino en Bilbao.
Mensaje a Europa
Las agrupaciones sindicales también han exigido a Europa el fin de las políticas que, aseguran, han perpetuado la crisis: la austeridad y la contención del gasto público y social. Los representantes sindicales aseguran que la receta agrava la enfermedad y «genera más paro, desigualdad, pobreza y recorte de derechos sociales y laborales».
Por ello, los sindicatos mayoritarios señalan que «para cambiar el rumbo, se deben elegir parlamentarios dispuestos a defender los intereses de los ciudadanos europeos, que impongan un cambio de política y que construyan otro proyecto europeo basado en el progreso social».
Ataques a oficinas bancarias
Grupos de jubilados y jóvenes con trabajos precarios también se han sumado a la gran manifestación de Bilbao, encabezada por los líderes sindicales. «Hay que distinguir la recuperación real a las fanfarrias de la recuperación del Gobierno», explicó el secretario general de CC.OO, Ignacio Fernández Toxo.
Al final de la marcha de Bilbao, un grupo de encapuchados atacó con cocteles molotov y piedras las oficinas y cajeros de las principales entidades bancarias.