Liberbank suelta el lastre del ladrillo
Liberbank vende su inmobiliaria, Mihabitans, y la gestión de sus adjudicados a Haya Real Estate por 85 millones de euros
Liberbank suelta lastre. Buena parte de sus dolores de cabeza, así como de los de su balance, tienen que ver con el ladrillo, pero le está poniendo remedio. El banco anunció este martes la venta de su inmobiliaria y de la gestión de sus activos adjudicados por 85 millones de euros, aunque el principal beneficio de la operación es acelerar la venta de dichos activos para sacarlos de su balance.
El banco fruto de la fusión de Cajastur (y CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura comunicó a la CNMV que ha llegado a un acuerdo con Promontoria Holding, propietaria de Haya Real Estate, para la venta de Mihabitans, la inmobiliaria de Liberbank. Además, el grupo comprador asume la gestión de los activos adjudicados del banco durante siete años.
Liberbank está centrada en reducir su exposición inmobiliaria, que supone un escollo para su viabilidad futura. Así, pretende reducir su deuda bruta de adjudicados en 410 millones este año, 625 en 2018 y 850 en 2019. Es su asignatura pendiente: en el primer semestre, su volumen de adjudicados brutos creció al 10,8%, y su cartera de activos problemáticos superó el 20%.
La situación del banco es delicada. El mercado cree que, tras el Popular, es el próximo que puede caer en manos de un competidor, y los bajistas se cebaron con él, haciendo bajar la acción en más de un tercio en dos días. El veto a los bajistas en junio, y su prórroga hasta el 12 de septiembre, está suponiendo una tregua para Liberbank, pero en poco más de un mes perderá ese escudo y estará solo ante el peligro.