Las cuentas del Santander delatan que los españoles siguen en crisis
El banco confía en Brasil como una gran inversión que, tras los ajustes, "nos dará muchas alegrías", dice su consejero delegado
«Esperábamos que el crédito en España, con crecimiento de la economía al 3%, fuera más intenso, pero no», reconocía José Antonio Álvarez, el consejero delegado de Banco Santander durante la presentación de los resultados al cierre del tercer trimestre de 2015.
Hay dos segmentos, el crédito hipotecario y el institucional que no acaban de arrancar. El primero, porque, a pesar del aumento del 33% en la producción de nueva hipotecas, el saldo resulta sigue siendo negativo por la compensación de amortizaciones de la cartera anterior. Y, en el caso del institucional, la caída se debe a la política financiera del Tesoro Público y «seguirá cayendo en los próximos meses», avisa Álvarez.
En relación con los nueve primeros meses de 2014, los 71.000 millones que el Santander ha prestado en España entre enero y septiembre han servido para poco. Al final, el saldo crediticio merma un 1%, en 2.000 millones de euros, porque el crecimiento del crédito a empresas y particulares queda por debajo de lo que aportan hipotecas y préstamos institucionales.
Los ingresos solo caen en España y Polonia
Esta evolución plana del crédito en España incide directamente en los ingresos. «No tenemos crecimiento de volúmenes por el comportamiento de la inversión». Así justificaba el consejero delegado del Santander el hecho de que España, junto con Polonia, fuera el único país donde caen los ingresos, básicamente por una reducción del margen de intereses y las comisiones superior al 3%, tanto si se compara con el mismo periodo del año anterior como –y esto es lo más llamativo – si se hace respecto al segundo trimestre de 2015.
Al final, la cuenta de resultados en España se salva, para dar unos beneficios de 883 millones hasta septiembre, por los casi 2.600 millones de euros menos de costes y una reducción del 41% de las dotaciones.
Menguan las pérdidas inmobiliarias
En esa aportación de España a los beneficios, el negocio inmobiliario sigue lastrando, aunque en menor medida. Las pérdidas en este segmento, de 280 millones entre enero y septiembre, se reducen un 44% respecto al mismo periodo de 2015. Como novedad, al cierre del tercer trimestre el balance aumenta en 5.600 millones de euros.
Lo hace por la inclusión de 5.100 millones de activos procedentes de Metrovacesa –inmobiliaria en la que el Santander ya ostenta el 72,5% del capital tras comprar los paquetes de varias entidades–, pero también por otros conceptos, como el ligero aumento de activos adjudicados, cifrados ahora en un valor neto de 3.800 millones de euros tras cubrir en un 54% el importe bruto de los mismos.
Brasil, a pesar de todo
Sobre la situación en Brasil, cuyo negocio aporta al Santander más de 1.300 millones de euros de beneficios –la segunda unidad, solo superada por los 1.500 millones que se apuntan en Reino Unido–, los responsables de la entidad presidida por Ana Patricia Botín ponen al buen tiempo buena cara, aunque esos beneficios hayan caído un 1,4% en el tercer trimestre respecto al anterior.
«Brasil es una gran inversión del grupo y nos va a dar muchas alegrías a medio y largo plazo», decía Álvarez, tras reconocer el cierto pesimismo de los mercados por los ajustes que, en materia de déficit público y política monetaria, están llevando a cabo las autoridades brasileñas.
Santander y la mejora de Bankia
En relación a la posibilidad de que el sistema financiero español vuelva a abordar un nuevo proceso de consolidación dados los ingresos a la baja y la estrechez de márgenes que se están dando, el consejero delegado del Santander comentaba que «si hay alguna entidad que se pone a la venta, miraremos y haremos la due dilligence y, en su caso, haremos una oferta en las condiciones financieras que estimemos oportunas.
En este sentido, sobre un posible interés por Bankia, Álvarez dejaba caer que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri «ha mejorado mucho y tiene un dueño que decidirá cuándo quiere vender», refiriéndose a la venta de la participación que posee el Estado, a través del FROB.
Plantilla: adaptaciones a las circunstancias
El tema de posibles ajustes en la plantilla, tras conocerse que el Deutsche Bank piensa reducir la plantilla en 15.000 trabajadores con el cierre de 10 delegaciones tras perder 6.000 millones al cierre de septiembre, servía al Santander para sacar pecho de su modelo de negocio y negar, con ello, que vayan a producirse despidos a gran escala.
En este sentido, Álvarez apuntaba que las últimas 350 prejubilaciones han cerrado el ajuste por la integración de Banesto y que, de cara al futuro, «solo se harán adaptaciones a las circunstancias que se den», remachaba.
Se mantiene la comisión de dos euros
Respecto al polémico asunto de las comisiones en los cajeros por retirar dinero en efectivo, Álvarez lamentaba que el tema se hubiera «magnificado» y confirmaba que cobrará dos euros a los no clientes. «No hay cambio en nuestra política», señalaba, si bien es cierto que ha habido un cambio legislativo. «Estamos adaptándonos y llevará algún tiempo», reconocía.
El consejero delgado zanjaba esta cuestión diciendo que «quien incurre en el coste del servicio es el que puede cobrar la comisión y que nadie paga al supermercado de al lado cuando va a comprar al suyo».