La trampa de los móviles con descuento: permanencias inacabables
Las 'telecos' recortan hasta un 42% el precio del terminal, pero lo compensan con contratos de fidelidad
La época de los móviles gratis ha terminado. Hoy en día, únicamente los terminales de gama baja o los que pertenecen a las propias operadoras pueden adquirirse sin coste. Para el resto de terminales hay que rascarse el bolsillo. Si se quiere adquirir, por ejemplo, el último modelo de Apple, Samsung o Sony tenemos dos alternativas: o bien se compra en una gran superficie y se paga el precio total del teléfono o bien se va en busca de algún descuento en una operadora de telefonía.
La segunda opción parece interesante, pero hay que tener en cuenta, tal y como señalan desde el comparador de tarifas móvil HelpMyCash.com, que estos móviles no son baratos y las telecos no nos los van a regalar, pese a llevar 10 años con ellas. Por ello, antes de firmar ningún contrato y dejarse llevar por una oferta que a priori pueda resultar muy golosa es importante revisar bien la letra pequeña.
Descuentos de hasta el 42 %
Si queremos adquirir, por ejemplo, el nuevo terminal de Samsung, el Galaxy S6, podemos acudir a cualquier tienda y pagar los 700 euros que cuesta. Pero también podemos intentar rebajar un tanto por ciento su precio acudiendo a alguna de las grandes compañías de telefonía móvil del país como Orange o Vodafone.
Así, por ejemplo, si analizamos las cuatro operadoras principales de España y comparamos el precio del terminal en cada una podríamos conseguir descuentos de entre el 6 y el 42 % sobre el valor del móvil. La diferencia entre un descuento mayor y uno menor está condicionada a la tarifa móvil escogida: cuanto más cara sea, mayor será el descuento. La única excepción es Movistar que no hace distinción entre tarifas y Yoigo que ofrece el mayor descuento en su tarifa intermedia.
Tarifas asociadas que acaban saliendo caras
La pregunta es: ¿valen la pena los descuentos si al final se va a acabar pagando más por la tarifa? Lógicamente, si tenemos la suerte de que la tarifa que más nos interesa es la que ofrece un descuento mayor, probablemente sí valga la pena. Pero no hay que olvidad que adquirir un móvil con descuento significa firmar un compromiso de permanencia en la tarifa asociada de 24 meses -30 meses en el caso de Movistar-.
Por lo que antes de dejarse llevar por una oferta es importante hacer una previsión del gasto a largo plazo. Por ejemplo, tomando como referencia el Samsung Galaxy S6 y la operadora Vodafone, si optásemos por la tarifa más económica, la Mini S, pasados dos años habríamos pagado entre el móvil y la tarifa 933 euros. Sin embargo, si contratásemos la tarifa que ofrece el descuento mayor, la Red XL, pasado el período de permanencia el gasto ascendería hasta los 1.848 euros. Esta diferencia en el coste final no es exclusiva del Samsung Galaxy S6, sino que puede encontrarse en la mayoría de los terminales de gama alta.
¿Hay alguna tarifa que compense el coste del terminal?
El comparador HelpMyCash.com señala que las modalidades más caras no suelen ser aconsejables en ningún caso, pero sí podemos encontrar precios atractivos si analizamos bien nuestro consumo.
Si no necesitamos gran cantidad de datos ni solemos llamar en exceso, las tarifas más sencillas pueden ser interesantes, ya que si bien en un inicio implicarán un desembolso mayor, a la larga el gasto total será menor.
Por el contrario, si nuestro consumo de datos es elevado (más de un giga) y llamamos habitualmente, sería preferible contratar una tarifa sencilla que incluya llamadas ilimitadas, ya que las versiones con bonos de minutos pueden acabar saliendo muy caras. Un ejemplo, la tarifa Red M de Vodafone nos permite conseguir un descuento en el precio del móvil mayor que la Smart, pero la segunda es más barata. Sin embargo, la tarifa Smart tiene un bono en llamadas de 200 minutos y una vez sobrepasados el precio del minuto es de 24 céntimos a lo que habrá que sumar el establecimiento de llamadas. Sólo con superar el bono y hacer tres llamadas extra de 10 minutos cada una ya se estaría pagando la diferencia entre la tarifa Smart y la Red más básica.
En definitiva, a la hora de elegir nuestro próximo móvil hay que pensar seriamente en todos los gastos asociados desde el día de la compra hasta el final de la permanencia.