La realidad de los ERTE: 8,4 millones de parados y 12% de déficit
Un informe revela que uno de cada tres españoles en activo no trabajó en abril por la crisis del coronavirus y el estado de alarma
Los datos del Ministerio de Trabajo reflejan que el paro subió en abril en casi 283.000 personas y superó los 3,8 millones personas. Pero estas cifras son incompletas, pues no recogen ni a los trabajadores afectados por ERTE ni a los autónomos que no pueden desarrollar su actividad a causa de la crisis del coronavirus. Contando estos colectivos, el paro real alcanzó a 8,4 millones de personas, lo que disparará el déficit hasta cerca del 12% del PIB.
Un informe de Fedea revela lo que llama “desempleo efectivo”, que cuenta a todas las personas que querían trabajar y no pudieron, sea durante el periodo que sea y por el motivo que sea. En los dos primeros meses de impacto de la Covid-19, marzo y abril, más de cinco millones de españoles han tenido que dejar de trabajar, por lo que el desempleo se ha disparado a cifras nunca vistas.
El mismo estudio, que se basa en datos oficiales, calcula que la tasa de paro efectiva fue en el cuarto mes del año del 36,4%. Por tanto, más de un tercio de la población activa no pudo ejercer su actividad, una dato “que será extremadamente preocupante si persiste más de algunas semanas”, según Fedea.
Déficit del 12% del PIB
Esta subida del paro será muy costosa para las arcas públicas, que ya viven una situación delicada por el alto déficit y deuda y la perspectiva de que ambos desequilibrios presupuestarios no harán más que incrementarse en los próximos meses por el coste de la crisis. Uno de estos costes es el desempleo, pues asesta varios golpes a los números del Gobierno.
El paro incrementa el gasto público por el pago de prestaciones y, a la vez, reduce sus ingresos por las cotizaciones que dejan de pagarse a la Seguridad Social y por el freno del consumo que supone que millones de personas no tengan trabajo. No es solo que gocen de menos ingresos, o ningunos en algunos casos, es que además viven en una situación de incertidumbre que les hace ser más prudentes a la hora de gastar.
Por todo ello, Fedea calcula que el gasto del conjunto de las administraciones públicas españolas aumentará en cerca de 50.000 millones de euros en 2020, respecto al año anterior. Los ingresos tributarios, en cambio, se reducirán otros 50.000 millones, lo que supondrá unos 100.000 millones de déficit que, sumado al ya previsto por el Gobierno, sumará 133.000 millones de desequilibrio, casi el 12% del PIB.