La patronal catalana pide volver a las ayudas fiscales para impulsar la construcción
La ocupación del sector se ha reducido el 55% por la crisis y es uno de los principales causantes de los 4,5 millones de parados del país
La economía española se ha empezado a recuperar y, al mismo tiempo en el que se consolida su expansión, la construcción sale del pozo al que cayó tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2007. La crisis que propició tras su desplome (incrementó los efectos de la recesión mundial) llevó consigo la implementación un dogma: para superar el capítulo más negro de su historia reciente, la economía española debía cambiar de palanca. Ocho años después, la patronal catalana es la primera en reclamar que no se demonice al sector. Al contrario, pide nuevas ayudas fiscales para impulsarlo.
Foment del Treball asegura que no se puede relegar una actividad que había llegado a ocupar 406.000 personas en España en 2008. Los empleados cinco años después tan sólo llegaban a los 181.000, una variación del 55,4%. Y ello, sin tener en cuenta la afectación secundaria. Las cifras sólo corresponden a los trabajadores directos.
Año cero de la recuperación del ladrillo
El socio responsable del real state en KPMG España, Javier López Torres, asegura en el último informe del sector que el ejercicio que acaba de empezara será el «año cero para la recuperación del sector inmobiliario en España, preparado para redefinirse tras el derrumbe sufrido».
El número de transacciones de viviendas alcanzó las 253.000 en los tres primeros trimestres de 2014 (los últimos datos disponibles), el 22% más de las realizadas en ese periodo del 2013 según datos del Ministerio de Fomento. Una tendencia positiva que se mantiene en el arranque del ejercicio, cuando incluso se empiezan a iniciar promociones en los principales núcleos urbanos de España por la falta de oferta disponible en la zona, indican fuentes del sector.
Evitar una nueva burbuja
«Es positivo que así ocurra y no debemos temer una nueva burbuja inmobiliaria, ya que partimos de un punto muy muy bajo», manifiesta el director de estudios de Foment del Treball, Salvador Guillermo. Para la patronal adscrita a la CEOE, ha llegado el momento de definir una «construcción del siglo XXI».
Se trata de impulsar iniciativas basadas en la «rehabilitación inteligente, con el foco puesto en la eficiencia energética; y en la obra pública que sea económicamente rentable, como la ejecución de los accesos al puerto de Barcelona», añade Guillermo.
La patronal asegura que es básico no caer de nuevo en errores del pasado, pero sin pasarse de frenada.
Rebaja de la presión fiscal
«Las personas trabajan para ganarse la vida y la destrucción de la construcción es una de las principales causas del incremento del paro«, relata el presidente de la comisión de fiscalidad y economía de la patronal, Valentí Pich.
«¿Qué harán las Administraciones? Todas ellas», inquiere el también presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España. El 43% de los encuestados en el estudio inmobiliario de KPMG (una muestra de 200 empresarios del sector) consideran que el sistema nacional soporta una presión fiscal superior a la de los países del entorno, algo que se debería modificar y que ha sido desaprovechado en la reforma vigente desde el pasado 1 de enero.
Reforma autonómica y municipal
El camino que marcan los implicados no pasa, por el momento, por la reclamar que se recuperen deducciones asociadas a la adquisición de nuevas viviendas para dinamizar el sector.
La consultora internacional señala que la decisión más inmediata que debería ejecutar el Gobierno es la reforma de la fiscalidad autonómica y municipal. «El mercado demanda que, de forma urgente, se convierta en una prioridad para la Administración con el objetivo de unificar modelos y acotar interpretaciones subjetivas», afirma el socio del área fiscal responsable de real state, Alberto Estrelles.
Operaciones frustradas
KPMG alerta también que las trabas burocráticas frustran ciertas operaciones inmobiliarias que, en el estado actual del mercado, no se deberían perder.
La patronal catalana no hace peticiones concretas, pero pide a los ejecutivos (central, autonómicos y locales) que fomenten la reactivación de la actividad para solucionar la gran lacra de la crisis: el desempleo.