La OCDE alerta a España: el crecimiento económico se agota
El último dato del índice de indicadores líderes (CLI), que anticipa el rendimiento de la economía, sitúa a España en el nivel más bajo desde 2013
El ritmo de crecimiento de la economía española comienza a ofrecer síntomas de desaceleración. El último organismo en encender la alarma ha sido Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha actualizado las perspectivas económicas para los principales países de la zona euro y el resto de territorios que componen el club de países desarrollados.
La última lectura del índice compuesto de indicadores líderes (CLI) deja a España en 99,52 puntos en junio, respecto a los 99,64 del mes anterior. El dato preocupa principalmente por dos motivos: acumula seis caídas mensuales consecutivas y se sitúa en el nivel más bajo desde octubre de 2013.
En este contexto, todos los indicadores avanzados de la OCDE reflejan por anticipado inflexiones en el ciclo económico. La OCDE señala que la mayoría de países se situaron en los 99,8 puntos en junio, por debajo del nivel de 100 que marca la media de largo plazo y una décima menos que en mayo.
Canadá (99,7), Francia (99,7), Alemania (100,1), Italia (100,1) y el Reino Unido (99) cayeron hasta una décima; Japón (99,8) y los Estados Unidos (100) adelantaron un crecimiento estable.
Economía en España: nuevos índices, mismas amenazas
La OCDE no ha sido el único organismo que ha avisado de los malos síntomas que presenta la economía del país. Los datos del INE sobre producción industrial presentados este miércoles muestran una caída del 2% con respecto al mismo mes de 2017.
El descenso, que llega como consecuencia de la caída en tres sectores clave (energético, bienes de consumo duradero y bienes de consumo) ha llegado hasta las páginas del Financial Times.
Durante la pasada semana se conocieron otros datos que van en la misma dirección: el número de concursos de acreedores, es decir, empresas a las puertas de la quiebra, ha repuntado, al mismo tiempo que la creación de empresas ha descendido.
Y el sector inmobiliario, que está en auge, empieza a dar señales de algún achaque. En junio, las ventas de pisos crecieron solo el 1,8%, cuando la subida rozaba el 20% hace un año.