La falta de Presupuestos amenaza el coste de la deuda española
Sin consenso sobre el plan económico para 2021, el Banco Central Europeo está obligado a seguir como dique de contención de los intereses de los bonos
La barrera del Banco Central Europeo (BCE) contra los posibles ataques a la deuda española es efectiva. A pesar de que S&P colocó en negativo la perspectiva de nuestro rating el viernes (Moody’s la mantuvo), nuestro bono a 10 años está viviendo una mañana muy tranquila, incluso con caídas de la rentabilidad, que atendiendo a otras crisis, díficilmente se pruducirían sin los sistemas de apoyo europeos.
Este comportamiento amortigua el análisis de la agencia de calificación, que advierte claramente sobre el riesgo inherente de que España siga sin Presupuestos; que es uno de los motivos en los que justifica el empeoramiento de la calificación crediticia. Por el momento, y ante el retraso en la presentación de la propuesta, ya se da por descontado que habrá que volver a prorrogarlos por tercer año consecutivo.
«Dada la posibilidad de que el presupuesto no se apruebe y de que la debilidad económica persista en 2021 y 2022, hemos revisado nuestra perspectiva para España desde estable a negativa», explican los analistas. Como nota positiva cree que en esta ocasión, sin embargo, el contexto presiona para que el PSOE de Pedro Sánchez consiga aprobar unas cuentas (no lo ha logrado desde que llegó al Gobierno en 2018).
«Creemos que las presiones económicas resultantes sobre España pueden haber aumentado las perspectivas de un acuerdo político este otoño para un presupuesto de 2021, al tiempo que se construye un consenso detrás de las reformas favorables al crecimiento detalladas en el Programa Nacional de Reforma de España«, puntualizan.
S&P insiste en que el cambio en la perspectiva responde al riesgo de que la fragmentación política impida que España tome iniciativas políticas para enfrentar los retos tanto económicos como fiscales (déficit) que está planteando la crisis del coronavirus.
El crecimiento, clave para remontar el cambio
S&P marca también las líneas maestras que llevarían a España a recuperar la perspectiva estable para su deuda: una recuperación económica fuerte, una aceleración de la consolidación presupuestaria y una mejora de la competitividad gracias con el apoyo de los fondos europeos. Otro aliciente sería la reducción del volumen de deuda externa, que termirará el año en máximos.
En el lado contrario, S&P también repasa las razones que le llevarían a reducir el rating a España en el futuro -se refiere a los dos próximos años-: que no logremos reducir el déficit y vuelve insistir en los Presupuestos. «Creemos que si por tercera vez no se consiguen aprobar los Presupuestos crecerán las dudas sobre la efectividad de las políticas españolas», avanza.
Derogar la reforma laboral -lo que podría alterar la capacidad de crecimiento a medio plazo del país-, o si se produjera una activación masiva de los avales de crédito que está garantizando el Estado. El ICO ha aprobado líneas por 140.000 millones desde marzo.