BBVA avisa: gravar a la banca perjudica a las familias
Un informe de BBVA Research dice que el impuesto a la banca desencadenaría un "efecto de distorsión" que derivaría en una caída del PIB
Una vez más, BBVA se lanza contra el impuesto a la banca. Esta vez, con un informe de su departamento de investigación en mano que desmonta la presunta utilidad social que envuelve la retórica política con la que se promociona la iniciativa, en cualquiera de sus posibles presentaciones. Las familias y el consumo serían los grandes damnificados, avisa.
La entidad presidida por Carlos Torres Vila encargó a los economistas José Emilio Boscá, Rafael Doménech, Javier Ferri y Juan Rubio-Ramírez un informe sobre los efectos de la introducción de tres tipos de impuestos bancarios sobre las variables macroeconómicas. Y los escenarios se antojan fatales, según el documento.
Gravar a la banca, ya sea los beneficios, los depósitos o los préstamos, desencadenaría un «efecto de distorsión» que derivaría en una caída del PIB superior a los potenciales ingresos del Ejecutivo. «Los tres tipos de impuestos bancarios tendrían efectos negativos similares sobre la actividad económica», dice el artículo, recogido por Europa Press.
La lógica de los economistas consultados por BBVA es que, cuanto más alta sea la tasa del impuesto, más se intensificará la reacción de los bancos en términos de repercutir parte del coste fiscal a los hogares y las empresas, y por ende en el consumo, calculando que la elasticidad del PIB con respecto a los ingresos públicos sería cercana al -0,9%.
Obtener un aumento de los ingresos públicos equivalente a 0,1 puntos porcentuales del PIB signficaría para la banca tener que elevar el coste de los préstamos en cerca de 15 puntos básicos, dice el informe. En general, se aumentaría el tipo de interés aplicado a los préstamos al aumentar el coste de capital de las entidades, impactando sobre la economía real.
Torres Vila (BBVA): el impuesto a la banca «genera distorsión»
BBVA ya ha acometido antes contra la propuesta de un impuesto a la banca, impulsada más recientemente por Unidos Podemos, que sedujo con su idea al Gobierno de Pedro Sánchez, que al final la rechazó en el Congreso. No obstante, el PSOE sigue impulsando la creación de un un tipo a las transacciones financieras en los mercados de valores.
Cuando todavía era consejero delegado, Torres Vila mostró su disconformidad con la propuesta inicial del Gobierno de pagar las pensiones a través de un impuesto a la banca. «Es un error«, dijo, remitiéndose su aplicación en países de Latinoamérica, donde encareció el crédito y generó «una distorsión de la actividad económica».
La Comisión Europea, por su parte, respalda la tributación porque considera que contribuye directamente a aumentar la estabilidad financiera. Un impuesto a la banca desalienta ciertas actividades de mayor riesgo, dice la Comisión, y añade que también puede contribuir a recuperar las ayudas públicas proporcionadas a los bancos durante la crisis.