Ibercaja, Cívica, BMN y Caja3 se apresuran a buscar novio para sanearse
Unicaja, Liberbank y Kutxabank tienen más margen de maniobra por las coberturas de activos que ya tienen aseguradas
El decreto de saneamiento de los bancos tiene un segundo objetivo explícito: forzar las fusiones entre entidades por la vía del fuerte impacto en la cuenta de resultados de las provisiones a realizar. Esta limpieza del ladrillo afecta sobre todo al futuro de un grupo de entidades cuya capacidad de sufragar el saneamiento por sí mismas en lo que queda de año, como marca el decreto, es limitada o nula y por tanto tienen que buscar una fusión que les permita ganar tiempo, un año más, o incluso recibir ayudas públicas.
En este grupo se encuadran Ibercaja, BMN, Banca Cívica y Caja3, que ya están manos a la obra para buscar un novio que les permita sanearse con cierta calma y ganar tamaño, según distintas fuente del sector.
Ibercaja, que tiene que dotar 784 millones, ha pujado fuerte por Unnim, la entidad catalana en manos del Frob, y es un candidato firme para quedársela. BMN, con necesidades de 1.038 millones de los que tiene pendientes de cubrir 658, también necesita reforzar su tamaño y sanear su activo. La entidad presidida por Carlos Egea ha decidido ir a por todas para controlar Banco de Valencia, actualmente intervenido por el Banco de España y cuya subasta se abrirá en breve.
Cívica, la más afectada por el saneamiento entre este grupo de bancos medianos, necesita 2.000 millones de euros y trabaja sobre varias hipótesis de fusión. Finalmente, Caja3, entidad formada por Caja Inmaculada, Caja Círculo Católico y Caja Badajoz, que no ha desvelado todavía sus necesidades de provisiones, podría estar en contacto ya con alguno de los seis bancos grandes del país.
El impacto de las ayudas públicas
El margen de maniobra para abordar el saneamiento es algo mayor en Unicaja, Liberbank y Kutxabank. La entidad andaluza conserva una buena posición de solvencia. Tiene que dotar 691 millones, pero de ellos sólo 109 millones contra el beneficio, que espera cubrir en el primer semestre de este año. Además tiene pendiente de ejecutar el proceso de fusión con Caja España-Duero.
Liberbank y Kutxabank también se ven menos presionadas en este proceso. Cuentan con el colchón de coberturas públicas que arrastran de los procesos de adquisición de dos entidades intervenidas: Caja Castilla La Mancha, por un lado, y Cajasur, por otro. Los esquemas públicos de protección de activos de ambas operaciones les permiten contar con un ratio global de provisiones sobre el activo algo más elevado que otras entidades de tamaño similar.
En todo caso, también están buscando oportunidades de compra porque el momento es propicio y en un contexto económico tan adverso el ganar tamaño para financiarse mejor y obtener economías de escala es esencial, según las mismas fuentes.
Las parejas no tardarán en formarse. El Gobierno ha fijado el próximo 31 de mayo como fecha límite para que las entidades presenten sus proyectos de fusión de forma oficial. El Ministerio de Economía resolverá sobre las propuestas en el plazo de un mes.