Goirigolzarri (Bankia) se la juega al comodín De Guindos
La aprobación de los modelos internos por parte del BCE puede ser clave para que Bankia cumpla con su objetivo de generar 2.500 millones en capital
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, echó el resto el martes cuando, tras ser preguntado de forma reiterada desde la bancada periodística, reafirmó el compromiso del banco con la generación de 2.500 millones en capital en el conjunto de su plan estratégico, que concluye en 2020.
Con apenas doce meses por delante, solo el 60,2% del compromiso conseguido, y el euríbor negativo corriendo en contra de las cuenta de resultados, existen dudas en el mercado sobre la capacidad del banco para cumplir con ese compromiso. Bankia ya tuvo que reconocer el año pasado que el brusco giro en el escenario de tipos de interés le impediría alcanzar los 1.300 millones de beneficio previstos para este año.
La promesa de los dividendos sigue viva, pero requerirá de ayuda externa. Durante la presentación a analistas, Leopoldo Alvear, director financiero del grupo, reconoció que para alcanzar el objetivo de 2.500 millones en generación de capital, Bankia tendría que crear capital alrededor de 100 puntos básicos.
Aunque la cifra de beneficios sí podría mejorar en 2020 tras caer un 23% el año pasado, el ritmo de generación de capital anual del español es más bajo. Entre enero y diciembre de 2019 el incremento fue de 63 puntos básicos (descontando el dividendo ordinario); lo que le dejaría casi a 40 puntos del objetivo; si el ritmo de creación de capital se repite.
El completar o no esa cifra quedaría en manos del Banco Central Europeo (BCE), que lideran Christine Lagarde y Luis de Guindos. Bankia está pendiente de que el supervisor valide sus modelos internos de ajuste de riesgo en las hipotecas, lo que podría traducirse en un salto muy significativo en su capital. Y su compromiso -que en varias ocasiones fue reiterado públicamente el martes- es repartir el exceso de capital por encima del 12% en el ratio que mide el capital de máxima calidad, que se denomina CET 1 Fully Loaded. El visto bueno podría producirse en la primera mitad de este año.
A 31 de diciembre, se situó en el 13,02%. Este ratio no incluiría las posibles plusvalías por la venta de Caser, de la que controlaba un 15% y que previsiblemente se cerrará este ejercicio. Bankia no ha explicado cuál puede ser el impacto en el CET 1 Fully Loaded, pero si ha adelantado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la desinversión repercutirá positivamente en su capital.
Además del BCE existe otro condicionante a su compromiso de reparto de dividendos: el IRPH. José Ignacio Goirigolzarri reconoció que un posible pronunciamiento negativo sobre este indicador hipotecario desde Europa puede condicionar el pago. El banco no cuenta con provisiones específicas para este posible litigio.
Bankia, limpieza profunda de cara a 2020
Durante la presentación a analistas, Bankia señaló que no espera vender carteras adicionales de activos improductivos (adjudicados y créditos en mora) a lo largo de los próximos meses, porque durante el cuarto trimestre de 2019 ha adelantado trabajo. En concreto, redujo 1.125 millones sus activos tóxicos (245 millones en préstamos fallidos y 819 millones en carteras de improductivos), elevando hasta 2.500 millones la cifra de desinversiones en el ejercicio.
Con este paso, el banco ya roza el objetivo de que estas inversiones no supongan más del 6% de su cartera; ya que al cierre de diciembre la relación era del 6,4%.
Una de las vías para completar la limpieza es el mercado minorista. En 2019, vendió 363 millones en activos adjudicados a particulares, una cifra que no está lejos de los 429 millones que colocó gracias a las operaciones de carteras. La vía de las colocaciones a los particulares suele ser más atractiva en términos de precio que a los institucionales, pero también es más lenta.
Bankia, además, no parece estar preocupada respecto a la evolución del mercado hipotecario, donde adelantó que podría ser más activa este año, después de haberse centrado en crecer a mayor ritmo en otros tipos de crédito, como los especializados en consumo o en empresas.