Fedea reclama al Gobierno un plan de ajuste del déficit desde 2022
Los economistas de esta fundación piden al Gobierno trabajar en este plan y aprovechar todas las herramientas de apoyo europeas, incluso el MEDE
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha recogido rápidamente el guante que hace unos días lanzó Pedro Sánchez cuando avanzó que España iba a tener que realizar ajustes. La institución ha marcado ya un calendario -que coincide con el que alguna forma ya había puesto sobre la mesa Nadia Calviño -y que apunta a que a partir de 2022 va a ser necesario un plan de ajuste del déficit, que reinstaure la salud financiera de España, que va a salir seriamente tocada de la inesperada pandemia del coronavirus.
«La crisis del Covid-19 supone un enorme reto para la estabilidad económica y presupuestaria de España. Con el aumento previsto de la deuda pública (que se situará a finales de año por encima del 115% del PIB) y de su déficit estructural (superior al 5%), las necesidades de financiación del sector público en los próximos años van a ser más exigentes que las de 2020. El riesgo de entrar en una dinámica de insostenibilidad de la deuda aumentaría la incertidumbre y el coste de financiación de la economía española», augura este grupo de economistas.
No son las primeras voces autorizadas que están pidiendo visibilidad al Ejecutivo de manera rápida sobre los planes. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su intervención en la Comisión para la Reconstrucción hace unas semanas, pidió un pacto político a largo plazo y una hoja de ruta común, porque el proceso de ajuste requerirá de un periodo muy largo de tiempo, que la AIReF ha llevado incluso a cifrar en veinte años. Y uno de ellos son los inversores. Aunque la prima de riesgo española está dando una tregua a España, los economistas temen que sin un plan creíble a largo plazo, los «compradores» de deuda se cansen de las emisiones españolas.
Un ajuste fiscal «transparente y ambicioso»
«Existen razones más importantes que las reglas europeas para garantizar cuanto antes la sostenibilidad presupuestaria a partir de 2022, con un plan de ajuste fiscal a medio y largo plazo transparente, ambicioso, pausado pero sostenido en el tiempo, creíble y con un amplio apoyo político y social», recomiendan dede Fedea, que piden que los «jóvenes no vuelvan a ser los perdedores de la crisis». Se espera que 300.000 jóvenes se incorporen este año al mercado laboral.
Estos economistas, además de un plan consensuado, piden aprovechar al máximo todas las herramientas de apoyo europeo; también el MEDE, al que Calviño siempre se muestra reticente a acudir ante el recuerdo del rescate bancario.
«Deben aprovecharse al máximo los mecanismos de apoyo europeos como el MEDE, SURE, BEI y el Fondo de Recuperación, si finalmente se aprueba. Esto exige maximizar nuestra capacidad de absorción de recursos comunitarios y garantizar un uso eficiente de los mismos», apunta. También aconseja trabajar la comunicación. «Hay que poner en valor las ayudas de la UE ante la sociedad española y eliminar cualquier tipo de estigma. La solidaridad europea no puede ser un terreno de confrontación política en España», afirma Fedea.