Escotet paraliza las desinversiones de Novagalicia hasta nuevo aviso
El grupo propietario del banco pacta una revisión de los activos y se marca como objetivo evitar minusvalías en la venta de participadas
El objetivo se mantiene, pero los tiempos se marcan de otro modo, con el fin de evitar daños colaterales. El anuncio de Juan Carlos Escotet nada más firmar la compra de Novagalicia Banco, en la línea de que no iba a quedar ni rastro de las participaciones industriales, sigue ahí, pero con sustanciales matices. De momento, el plan de desinversiones de la resultante de las antiguas cajas queda aparcado, a la espera de una revisión de los activos a enajenar, según apuntan fuentes cercanas a la corporación industrial de NCG.
Esta revisión, a la espera de conocer realmente el valor de todo lo que ha comprado Banesco con la adquisición de Novagalicia, señalan esas mismas fuentes, ya ha sido comunicada a los directivos de la corporación industrial en recientes encuentros. Y todo ello a pesar de que Banesco/Etcheverría no es todavía propietario efectivo de NCG, aunque trabaja codo con codo con los responsables del FROB en el traspaso ordenado de la entidad privatizada, con lo que esta decisión, la de esperar y valorar las participaciones, también habría sido comunicada a los responsables del organismo público.
Ventas sin minusvalías
La revisión y valoración de los activos industriales de NCG encaja sus tiempos en el proceso de desinversión marcado por Bruselas, que concedió un período de cuatro años para hacer efectivas las enajenaciones. El coste de oportunidad de esas ventas es otro de los elementos que llevan a este nuevo replanteamiento, ya que Escotet también transmitió a los responsables de la corporación, según las mismas fuentes, que intentaría a toda costa evitar precipitarse en las operaciones, eliminando así el riesgo a vender con minusvalías.
Fuentes del banco aseguran que todos los movimientos que se están llevando a cabo se circunscriben en un proceso de desembarco habitual en una adquisición de este tipo, para el que hay un calendario, de tres meses desde la compra, cuyos plazos en todo caso se podrían adelantar sobre lo fijado inicialmente. En este marco de transición se incorpora una reunión con los responsables comunitarios en Bruselas, quienes obligaron a las desinversiones de las participadas, que sigue sin fecha, aunque la previsión es que el encuentro se materialice en los próximos meses.
Ritmo de ventas
Entre enero de 2012 y junio del año pasado, NCG Banco había ingresado 308 millones de euros a través de operaciones de desinversión en compañías de su cartera industrial. Entre enero y junio de 2013, la entidad ingresó por este concepto 140 millones de euros. La entidad sostenía que se mantiene “por encima de los objetivos marcados para la venta de participadas en su plan de recapitalización y reestructuración”.
La mayor parte de los ingresos totales en ese año y medio, 298 millones, correspondían a ventas de activos y paquetes accionariales en empresas y fondos de inversión. Otros 10 millones procedían de operaciones de reorganización de la cartera. En el último año y medio NCG Banco desinvirtió en un total de 23 compañías de diversos sectores, un promedio de más de una al mes.