El silencio de Carlos Torres (BBVA) ya no es una opción
La imputación del banco por los presuntos delitos de cohecho exige que el ejecutivo aporte una respuesta clara que asegure la integridad de la entidad
No se le espera, pero debería estar. Este miércoles, BBVA presentará sus resultados del primer semestre y salvo que se cambie el guión a última hora, Carlos Torres, presidente del BBVA, no atenderá la rueda de prensa de presentación de resultados. Los encargados serán el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, y el director financiero, Jaime Sáenz de Tejada, que tendrán que dar explicaciones por la imputación del banco por el Caso Villajero.
Aunque no es habitual que los presidentes presenten más cifras que las anuales, esta cita del próximo 31 de julio es muy particular porque tampoco es corriente que un banco sea investigado por la Justicia por delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios, como sucedió este lunes.
El presunto espionaje encargado por BBVA para frenar la compra de Sacyr, abre una seria brecha para la reputación del banco, por la larga relación laboral entre la entidad y Villarejo. De acuerdo con las informaciones que se han ido publicando, la empresa del ex comisario, Cenyt, habría estado colaborando con el banco hasta 2017.
Todo el mundo daba por hecho que la petición de la Fiscalía Anticorrupción provocaría que la Audiencia diera un paso de este tipo, por lo que BBVA ha tenido varios días para explicar qué planes tiene ahora que la investigación es firme. ¿Cesará a algunos ejecutivos a la espera de que se conozca la resolución judicial? ¿Mantendrá la presunción de inocencia? ¿Podría impulsar alguna salida en su consejo de administración en el caso de que las imputaciones del juez fueran más allá? ¿Qué haría el actual presidente si Francisco González fuera imputado? ¿A qué riesgos económicos se expone el banco? La mejor persona para responder sería el presidente, y no el consejero delegado, que lleva menos de un año en el cargo.
Por ahora, Torres ha ido poniendo distancia poco a poco con el que fuera su mentor durante toda su carrera en la enitdad. Si hasta hace unos meses, públicamente ponía la mano en el fuego por González, esa confianza parece que se ha ido quebrando; no sabemos si en la medida en que avanzaba el informe forensic encargado por BBVA para investigar los hechos; o justo con la intención de que así pareciera.
La semana pasada, BBVA, en un comunicado de prensa señalaba que no podía difundir información sobre dicho informe, pero que había encontrado revelaciones interesantes. Una revelación que coincidió con la petición de imputación de la Físcalia. Al igual que Antonio Béjar, ex presidente de Castellana Norte, investigado en la misma causa, y que ha quedado en libertad sin fianza tras aportar documentación al juez, parece que el banco se aferra a su colaboración con la Justicia con la intención de mantener a raya la honorabilidad del actual equipo directivo.
Este lunes, en otro comunicado, el presidente del BBVA solo se reiteraba en el objetivo de colaborar con la Audiencia Nacional, pero nada más. “Como ya dije en enero y he reiterado en múltiples ocasiones desde entonces, nuestra prioridad es el esclarecimiento de los hechos y la colaboración con la justicia y así seguirá siendo”, apuntó Carlos Torres.
La iniciativa del banco, por ahora rechazada, de personarse como perjudicado, ya da una idea de que el BBVA actual quiere construir una muralla china con el BBVA que fue. El problema es que prácticamente continúan los mismos jugadores. La mayoría de los miembros del consejo de administración fueron nombrados antes de que Cenyt dejara de trabajar para BBVA, y eso lanza la pregunta sobre si la renovación es recomendable para salvaguardar al banco. Se salvarían algunos nombres, como Jaime Caruana, o el actual consejero delegado, Onur Genç, que pueden servir para capitanear el relevo.
BBVA, bajo la mirada de Luis de Guindos
BBVA se encuentra bajo el escrutinio del Banco Central Europeo (BCE). La semana pasada, durante la rueda de prensa en la que Mario Draghi avanzaba posibles nuevas medidas de estímulos en la eurozona, el caso BBVA se coló en una de las preguntas. El italiano dio el paso a Luis de Guindos para que respondiera y este afirmó que se esperaría a la acción judicial para actuar.
De Guindos no profundizó sobre qué nivel de decisión era necesario para tomar alguna decisión -si bastaba con la imputación del banco; si tenía que ser la investigación directa de un consejero o ex consejero; o si habría que esperar al resultado judicial-, pero la tensión por el tema se reflejó en la cara del vicepresidente del BCE al responder.
En principio, de acuerdo con el posicionamiento del BCE, cualquier imputado en una causa judicial perdería la idoneidad para formar parte del consejo.