El Santander firma su último mal trimestre del año
Los resultados entre julio y septiembre estarán marcados por el ajuste de valor, en 1.500 millones, de su filial en el Reino Unido
Banco Santander ha publicado este miércoles resultados del tercer trimestre, que estarán marcados por el ajuste en 1.500 millones del fondo de comercio asignado a su filial en Reino Unido. A finales de septiembre, el banco presidido por Ana Botín anunció esta decisión, endulzándola con un dividendo, pero provocando que las estimaciones de los analistas sobre los resultados entre julio y septiembre sean anómalas.
Sin tener en cuenta este impacto extraordinario, el consenso que elabora Bloomberg calculaba que el beneficio neto recurrente del banco habrá alcanzado los 2.072 millones en el tercer trimestre. Una cifra que, sin embargo, se reducirá significativamente con el ajuste de valor del negocio en el Reino Unido; pudiendo provocar que el beneficio neto trimestral sea inferior a los 500 millones, de acuerdo con estimaciones de Credit Suisse, lo que significaría un reducción superior al 70% respecto al resultado del mismo periodo del año anterior.
El banco liderado por Ana Botín está viviendo un 2019 de ajustes ‘extra’, pero podría estar reservándose las buenas noticias -si no surgen imprevistos- para el cierre de 2019. Así, entre enero y marzo la entidad digirió cargos por reestructuración en Polonia y ventas de activos por 108 millones, que estropearon sus números.
En el segundo trimestre, fue el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Banco Popular el que robó otros 600 millones a los resultados del banco. Y en los del tercer trimestre, será el ajuste de valor del Reino Unido. En total, más de 2.400 millones perdidos por cargos extraordinarios, que le han llevado a perder un tercio de su beneficio en los nueve primeros meses del año.
Banco Santander, mejor cierre de ejercicio
Para el cuarto, y con permiso del IRPH, que podría cambiar sustancialmente los resultados de la banca española si Europa duda de la transparencia de este indicador hipotecario, el equipo de Botín podría estar reservándose algunas buenas noticias con las que anular parcialmente el impacto de las anteriores. Por una parte, el Santander tiene pendiente apuntarse plusvalías de 700 millones por el acuerdo alcanzado con Crédit Agricole, sobre la fusión de sus servicios de depositaría y custodia
El banco español siempre ha defendido que este capital lo iba a utilizar para compensar los costes de reestructuración asumidos a lo largo de los últimos seis meses; anulando así el efecto de los cargos acumulados en la primera mitad de 2019.
México también debería comenzar a aportar más a la cuenta de resultados tras la oferta pública de adquisición lanzada este año y que el banco liquidó a mediados de septiembre. Con la opa, Banco Santander ha elevado hasta el 92% su participación en Santander México.
De cara a 2020, la reciente venta de su negocio de banca minorista en Puerto Rico también debería aportar valor al banco en una de las líneas en las que los analistas ven más débil: el capital. El Santander ha reconocido que la venta no tendrá impacto en sus resultados, pero que aportará entre cinco y seis puntos básicos a su solvencia.
Renta 4, por ejemplo, calcula que la entidad todavía tiene pendiente ajustar entre 20 y 30 puntos básicos de impactos regulatorios en su capital, apunta Nuria Álvarez.
El banco ha finalizado los nueve primeros meses del año, con un ratio CET 1 Fully Loaded del 11,3%, en la banda baja de sus objetivos. La entidad presidida por Ana Botín contempla mantener su solvencia dentro del rango del 11-12%. Hasta septiembre, los cargos regulatorios se han comido alrededor de cincuenta puntos básicos de solvencia.