El hachazo fiscal de Montoro a las empresas será permanente
El pago fraccionado del impuesto de sociedades será de al menos el 20%. Si así lo confirma el nuevo Gobierno, las compañías deberán adelantar los pagos de una tasa con la que se prevé recaudar 6.000 millones
Pasadas las elecciones, el Gobierno todavía en funciones se apresura en dejar caer medidas que, de una vez por todas, convenzan a Bruselas de que España no merece ser multada. El ejecutivo planea implantar un tipo mínimo en el impuesto de sociedades del 20%. El restablecimiento del pago fraccionado de esta tasa para las empresas, anunciado la semana pasada, tendrá además carácter permanente.
Así lo ha desvelado este miércoles la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), a quien el Gobierno ha detallado las alegaciones que han hecho llegar a Bruselas con el ánimo de evitar una multa que podría alcanzar el 0,2% del PIB español.
Fuentes del ejecutivo en funciones han confirmado la medida a la agencia EFE. Sin embargo, alertan de que la decisión dependerá exclusivamente del nuevo Gobierno. La administración prevé recaudar 6.000 millones de euros mediante esta subida, una cifra que la Airef ve claramente exagerada.
Cierre presupuestario y lucha contra el fraude
Además del aumento de la carga fiscal a las empresas, el gabinete de Mariano Rajoy también comunicó a la Comisión Europea el adelanto en el cierre presupuestario de 2016 y un endurecimiento de la lucha contra el fraude fiscal. Según el Gobierno ambas medidas tendrán un impacto de 2.000 millones en las cuentas públicas (1.000 cada una).
La visión de la Airef
Los cálculos de la Airef son, sin embargo, mucho más pesimistas. Desde este organismo, impuesto desde Bruselas como vigilante de las cuentas públicas españolas, alertan de que el desvío en la meta del déficit podría superar por mucho la meta comprometida con la Comisión.
Entre 2.000 y 8.000 millones más
En el documento presentado este miércoles la Airef constata el «progresivo deterioro» de las cuentas públicas en España, de ahí que eleve la previsión de déficit a entre un 4,1% y un 4,7% del PIB (una desviación de entre 2.000 y 8.000 millones).
Llegar hasta estas cifras depende, según argumenta la Airef, del grado de cumplimiento en las nuevas medidas comprometidas con Bruselas.