El Círculo de Empresarios: subir el salario mínimo es «un suicidio»
La organización sostiene que el incremento de los sueldos más bajos y el alza de impuestos sería la gota que colmaría el vaso para las pymes
El deseo del Gobierno de subir el salario mínimo hasta los 1.000 euros comienza a despertar críticas entre los empresarios por el contexto actual. Tras anunciar un incremento de sueldo del 0,9% a los funcionarios, el Ejecutivo pretende elevar la remuneración básica, pero el Círculo de Empresarios salió este jueves a calificar la idea de «suicidio económico».
A través de su Twitter, el think tank que preside John de Zulueta advirtió que el incremento del sueldo mínimo tendría consecuencias negativas para el empleo en el país: «Solo serviría para presionar a las pymes y fomentar el aumento de la economía sumergida».
La organización señaló que incrementar los emolumentos desde los 950 euros a los 1.000 euros elevará el volumen del trabajo en negro.
Si los empresarios siempre fueron contrarios a la subida del salario mínimo, su beligerancia es ahora mayor por el impacto del coronavirus a la economía. «En un momento tan crítico para la viabilidad de las empresas y de los puestos de trabajo, un alza de impuestos y una subida del salario mínimo es un suicidio», lamentaron.
En la última década, el SMI ha subido un 50%
A pesar de sus deseos, el Gobierno no incluyó en los Presupuestos Generales del Estado la subida del SMI para el próximo ejercicio, como sí había hecho durante los últimos dos años.
En 2019, el incremento fue de 736 euros a 900 euros, la mayor subida de la historia. Y justo antes del estallido de la pandemia, a comienzos de 2020, el Ejecutivo elevó en 50 euros la remuneración mensual hasta los 950 euros.
De este modo, el SMI ha subido un 50% a lo largo de la última década; desde los 633,3 euros de 2010 hasta los 950 euros de la actualidad. Según los cálculos del Gobierno, hasta dos millones de trabajadores se beneficiaron del aumento.
Los ERTE se vuelven a disparar
La preocupación de los empresarios creció de nuevo con el golpe de los rebrotes a su actividad. Debido principalmente a las restricciones impuestas por los diferentes gobiernos autonómicos, en apenas dos semanas se han tenido que tramitar hasta 150.000 nuevos ERTE por la imposibilidad de pagar los salarios de los trabajadores.
Según explicaron desde el sindicato CSIF, los despidos temporales afectaron a 720.000 personas; y las que quedan por llegar.