El Banco de España prueba que el mercado laboral empobrece a los empleados
El Banco de España publica un estudio en el que culpa al desánimo y las bajas expectativas de inflación del estancamiento de los sueldos
El Banco de España publicó este martes un informe en el que analiza los motivos por los cuales los salarios no repuntan en España aunque la economía acumula varios trimestres de recuperación. Entre las claves del estancamiento de los sueldos, el organismo menciona el paro, la contratación parcial, el desánimo y las bajas expectativas de inflación, entre otras.
Así, el Banco de España, que ha estudiado la evolución de la remuneración media por asalariado entre 2000 y 2017, explica que «el incremento de un punto porcentual en la tasa de paro» estaría asociado a una reducción «cercana a tres décimas en el crecimiento salarial». Eso quiere decir que cuanto más sube el desempleo, más cae el crecimiento de los sueldos. El Banco de España explica que es un fenómeno que ocurre en el conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM).
Gran oferta de trabajadores
Sin embargo, en el caso de España a este factor se une lo que el organismo denomina como «holgura del mercado de trabajo». Es decir, la gran oferta de trabajadores. Esto se basa en el alto porcentaje de empleados que cuentan con puestos de tiempo parcial involuntario. «En los últimos 15 años, la tasa de trabajadores a tiempo parcial involuntario creció rápidamente en España, hasta situarse en torno al 8% de la población activa, desde un nivel cercano al 2%», explica el documento.
A este grupo se unen «los desanimados»: aquellos que no buscan empleo de forma activa pero que estarían dispuestos a trabajar de manera inmediata si tuvieran una oferta de trabajo. Este número subió durante la crisis y empezó a ralentizarse en 2013. Ambos colectivos estarían condicionando a la baja el comportamiento de los salarios, sobre todo en los dos últimos años, según el Banco de España.
Tras analizar distintos modelos y factores, el Banco de España concluye que la tasa de paro fue el principal factor que limitó el crecimiento de los salarios entre 2008 y 2012. A partir de 2014, en un contexto de progresiva recuperación económica, la tasa de paro siguió teniendo un efecto negativo sobre los salarios, pero de manera decreciente.
Bajas expectativas de inflacción
Al mismo tiempo, las «particularmente bajas» expectativas de inflación en los trimestres posteriores a la recuperación explican también el bajo crecimiento de los salarios. Al no haber tasas de aumento de los precios altas no existía una presión por subir los sueldos.
El Banco de España también señala dos variables adicionales que explican la moderación de los salarios. Entre 2000 y 2007 se debe a la entrada de extranjeros en España y su menor poder de negociación salarial. La segunda tiene que ver con las reformas laborales aprobadas entre 2010 y 2012 que, junto a los acuerdos de negociación colectiva firmados entre empresarios y sindicatos, «habrían favorecido un grado de mayor moderación salarial».
Por el contrario, la productividad contribuyó de manera positiva a la evolución salarial en los años de la crisis, compensando en parte el impacto del elevado desempleo. El organismo también analiza el impacto en los salarios de factores como el cambio tecnológico -sustitución de trabajadores por máquinas- y la globalización, que aumenta la competencia. Sin embargo, esta investigación no ve que hayan tenido una influencia destacable.