EEUU y China justifican la guerra comercial ante un FMI desmoralizado
El FMI insiste en la necesidad de "rebajar" las tensiones, pero EEUU y China rechazan dar marcha atrás a las prácticas comerciales restrictivas
Estados Unidos y China llevaron su disputa comercial a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), ante la inquietud general y las crecientes sombras que arrojan sobre la economía global.
«La recuperación es cada vez más desequilibrada, y algunos de los riesgos previamente identificados se han materializado parcialmente», dijo Lesetja Kganyago, presidente del comité financiero y monetario del FMI, en la rueda de prensa de clausura de la asamblea que tuvo lugar en la isla de Bali, en Indonesia.
Kganyago, gobernador del Banco de la Reserva de Sudáfrica, destacó «las agudizadas tensiones comerciales», así como «las condiciones financieras más ajustadas que están afectando a muchos países emergentes».
A su lado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, insistió en la necesidad de «rebajar» las tensiones desatadas entre EEUU y China, y llamó a «reformar, no destruir», el sistema de comercio internacional. «Debemos navegar juntos, y no perder el rumbo. Colaborando juntos nos irá mejor», apuntó Lagarde.
EEUU matiza su postura contra China
El martes, el Fondo puso cifras a estas preocupaciones en sus nuevas proyecciones macroeconómicas, en las que redujo en dos décimas las estimaciones de expansión de la economía global al 3,7% en 2018 y 2019 como consecuencia de la pelea comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Más directo fue el anfitrión, Joko Widodo, el presidente indonesio, quien avisó sobre las nubes que se acumulan en el horizonte. «El equilibrio de poder y las alianzas entre países desarrollados parece estar quebrándose», alertó.
«La falta de cooperación y coordinación ha causado muchos problemas, como el súbito auge del precio del petróleo y el caos en los mercados de divisas experimentado por los países emergentes», agregó en su discurso ante los representantes de los 189 países que forman parte del FMI y el BM.
Ajeno a ello, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, insistió en que el robusto crecimiento de EEUU, que se espera cierre el año con una tasa del 2,9%, es «positivo» para la economía global y rechazó que Washington defienda propuestas proteccionistas.
«Defendemos un crecimiento justo, libre y recíproco», afirmó en un encuentro con un reducido grupo de periodistas. Mnuchin mantuvo un encuentro con el gobernador del Banco Central de China, Yi Gang, que calificó de «productivo» para tratar de calmar los ánimos.
No obstante, subrayó que el objetivo del presidente estadounidense, Donald Trump, es seguir con sus esfuerzos frente a las prácticas comerciales restrictivas e incluir dentro de las conversaciones la manipulación de las divisas, algo de lo que Washington acusa a Pekín.
«Queremos asegurarnos de que la depreciación no está siendo usada con propósitos competitivos en comercio», dijo Mnuchin. A ello replicó Yi, en su intervención ante la plenaria del FMI, con un compromiso explícito de no intervención en el mercado de divisas.
China se hace la víctima
El presidente del banco central de China no dejó pasar la ocasión de presentarse como víctima de la agresiva política comercial de Washington y se sumó a la preocupación general de que la disputa comercial supone uno de «los principales riesgos» para la economía global.
Mnuchin y Yi discutieron la posibilidad de un encuentro formal entre Trump y el presidente chino, Xi Jiping, en la cumbre del G20 que tendrá lugar a finales de noviembre en Buenos Aires, en la que, según algunos analistas, podría enterrarse el hacha de guerra.
«No creo que se haya tomado una decisión respecto al encuentro. En cuanto a si podemos avanzar hacia él, yo lo alentaría», explicó el secretario del Tesoro.
La pelea entre Washington y Pekín relega a un segundo plano otra de las inquietudes, adelantada por el presidente indonesio, del foro de los líderes económicos en los múltiples debates que han tenido lugar en la paradisíaca isla de Bali: las crecientes presiones financieras para los emergentes y el riesgo de un contagio.
El alza de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) en EEUU está presionando las finanzas de los mercados emergentes más endeudados, como es el caso de Argentina, que pidió un programa de rescate al FMI, y a Turquía, que vio cómo sus monedas locales caían en picado.