Del Rivero tienta a los ‘Neguri’ como revancha contra González en BBVA
El ex presidente de Sacyr ofrece apoyo financiero a los antiguos accionistas de BBV, más de una década después de quedarse con las ganas de comprar el banco
La relación de Luis del Rivero con BBVA no termina nunca de cerrarse. Han transcurrido casi 15 años desde el intento fallido de entrada en el capital del banco por la puerta grande y las heridas no han terminado de cerrarse. A pesar incluso, de que el proceso que sigue la Fiscalía anticorrupción por la supuesta relación contractual entre el excomisario José Manuel Villarejo y la entidad que hasta 2018 presidió Francisco González entra en una etapa decisiva.
El que fuera presidente de Sacyr Vallehermoso lo intentó en 2004, a los pocos meses de la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero. Para todos siempre quedó clara la afinidad del empresario con el PSOE y algo más turbia la “participación” del Gobierno en la operación de sacar a Francisco González de la presidencia del BBVA. Se personó en la junta de accionistas del banco hace seis meses para explicar los motivos de aquellas aventura y ahora se ha sabido que, durante el verano, mantuvo reuniones con el denominado “grupo de Neguri” para apoyar financieramente una entrada del capital vasco en “su banco”.
Hombre poco dado a permanecer en el anonimato, a Luis del Rivero se le vincula siempre con cualquier caso que surja de asalto al poder establecido. Incluso en la compañía que presidió durante muchos años y que le granjeó las antipatías de Francisco González, ya por entonces (2004) presidente en solitario de BBVA, tras haber descabalgado de la copresidencia a Emilio de Ybarra dos años antes.
Los Neguri y el verano vasco de Del Rivero
A Luis del Rivero se le ha visto este verano por el País Vasco, según cuentan fuentes financieras, muy entretenido en hablar con los antiguos accionistas del BBV (sin la “A” de Argentaria). Con las familias que dieron origen al Banco Bilbao y que fueron descabalgadas de sus órganos de responsabilidad con la salida de Emilio de Ybarra de la presidencia, en lo que muchos consideran un ajuste de cuentas del PP realizado por Francisco González tras su llegada a la presidencia de Argentaria. Bien es verdad que encontraron un argumento por donde desliar la madeja: unos planes de pensiones domiciliados en un paraíso fiscal en las islas del canal, que nunca tuvieron consecuencias judiciales..
Desde hace 17 años, las principales fortunas del País Vasco han buscado la forma de vengar la afrenta sufrida con su precipitada salida de los órganos de administración del BBVA en marzo de 2002. En esa fecha, Francisco González, aprovechó una reducción del número de consejeros del banco para eliminar los últimos vestigios de la era Ybarra en el banco vasco.
El “caso Villarejo”, que trata de buscar responsabilidades en el supuesto caso de espionaje por parte de la cúpula de BBVA a Luis del Rivero por su intento de compra no deseada del banco, ha devuelto la notoriedad al constructor ya jubilado. Las familias que dieron origen a BBVA y otras que siempre han estado de una u otra manera vinculadas a la entidad (los Aguirre, Ampuero. Aresti, Icaza, Muguruza, Uriarte, Lezama…) tienen una espina clavada. En numerosas ocasiones han manifestado su deseo de entrar en el consejo de administración aunque sea por la vía de la participación accionarial, lo que hace más difícil y oneroso su intento,
Han elegido esa vía aprovechando que las acciones de la entidad han perdido un 36% de valor en los últimos cuatro años. Pese a ello, alcanzar un 3% de BBVA cuesta en el mercado, a cierre de la sesión de ayer, cerca de 1.700 millones de euros. Según los últimos datos que obran en poder de la CNMV, sólo Blackrock declara una participación superior al 3%: el 5,917%. El presidente Carlos Torres tiene el 0,014% del capital del banco; el consejero delegado, Onur Genç, el 0,005% y José Manuel González Páramo, el 0,003%. Y es que el banco es la única entidad financiera del Ibex que ha subido en lo que va de año. En concreto, un 8,88% a cierre del pasado viernes.
BBVA, cuenta pendiente desde 2004
El fuerte desembolso que supondría para las familias de Neguri “entrar” en BBVA es el motivo por el que Luis del Rivero ha reaparecido en escena. Durante el verano se ha visto con las familias vascas más adineradas con el objeto de apoyar económicamente una operación de entrada en el banco de una forma menos aparatosa que en 2004. Hasta intentó reunirse con Íñigo Urkullu, presidente del Gobierno Vasco, y con el máximo responsable del PNV. Pero no lo consiguió. Una forma de acercar el “problema” a su raíz.
Entonces, noviembre de 2004, Luis del Rivero anunció a la CNMV que “Sacyr Vallehermoso está estudiando la posibilidad de adquirir una participación en BBVA”. Un días después, el 30 de ese mismo mes, añadía que sería “mediante la compra de un 3,1%, más un 0,5% de sus consejeros, Demetrio Carceller y Juan Abelló. Siempre se creyó que el Gobierno amparaba esta operación, que tuvo que soportar durísimas críticas de la oposición. El 15 de febrero de 2005 desistió de seguir adelante.
En la última junta de accionistas del pasado mes de marzo, Luis del Rivero irrumpió en el turno de ruegos y preguntas en su calidad de accionista del banco para volver a referirse al pasado. Aseguró que en 2004 tenía el respaldo de 81 de las 82 familias vascas que dieron origen a la entidad.
Ahora entre cruceros en barco de vela por el Mediterráneo, una de sus pasiones confesadas, y la asistencia a mitines de Vox, uno de los hombres más poderosos de la etapa dorada de la construcción española tiene tiempo para perseguir una vez más su sueño: controlar el segundo grupo bancario más grande de España.