Pronósticos sobre la recuperación económica (uno casi descartado)
Los economistas dan por perdida la economía española para el 2020 pero prevén una recuperación posterior. La pregunta es: ¿en forma de V o de U?
El coronavirus está propiciando un frenazo en seco de la economía española, por lo que los economistas ya dan por perdidas cualquier posibilidad de crecimiento en 2020. Confían en que se produzca una recuperación en 2021, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias. Dicho de otra forma, la rapidez de la remontada será directamente proporcional a la rapidez de la respuesta que dé el Gobierno de Pedro Sánchez, así como de las instituciones europeas.
«Los economistas hablamos de movimientos en «V», «U» o «I», letras que representan el grado de rapidez con el que la economía se puede recuperar», según explica a la agencia Efe el profesor de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Enric Serradell López.
«Salvo que haya un milagro a corto plazo, como una vacuna de administración inmediata, yo descarto una recuperación en «V», que sería la más rápida. Probablemente iríamos a escenarios de más largo plazo», añade Serradell, que considera que el año 2020 ya no hay nada que hacer en términos económicos.
La recuperación, según su punto de vista, dependerá del impacto que el coronavirus tenga en cada país —la producción, el consumo y el turismo—. En el caso de España, el turismo es muy importante porque «supone casi 150.000 millones de euros y más de 2,5 millones de puestos de trabajo. También representa el 12,7% del PIB español».
El profesor de la escuela de negocios EAE, Juan Abellán, considera que la recesión será breve. Según su opinión, la recuperación no atendería a lo que se considera la forma de «V», que significaria inmediata. Se inclina más por una recuperación en forma de «U». La base de esa «U» figurada será más estrecha o más ancha dependiendo de la rapidez con la que se reactive el consumo interno y la demanda externa.
Aumento del déficit y contracción del PIB
A su juicio, la paralización de la actividad a causa de la epidemia del coronavirus va a tener como consecuencia un incremento del déficit y una contracción del PIB de España para 2020 de al menos un punto. Por otro lado, en 2021 Abellán apunta a que «se volverá a crecer con fuerza, en una situación parecida a la que se dará en Europa».
Pero, para que esto no afecte a las empresas, el profesor cree que deberán tener una situación saneada o podrían «quedarse por el camino». El empleo también se verá afectado, y sobre todo al temporal, algo importante teniendo en cuenta que la tasa de temporalidad en España está en el entorno del 27%, frente al 15% de a media europea. También pronostica que algunos sectores, como el turismo, vivirán una crisis más profunda y confía en que, cuando se retome la actividad económica, se adopten también medidas fiscales que la impulsen a nivel europeo.
«Tendremos que dejar la eterna discusión de si más déficit o menos déficit. Al final esto tendrá que llevar a una política fiscal común que es lo que esperamos muchas personas”, añade. Para que el alto nivel de endeudamiento de la economia española no empañe la recuperación, Serradell apunta a que los recursos necesarios deberían salir de una política común europea que no deje a ningún país fuera de una recuperación rápida.
Asegurar la liquidez en las empresas y ayudar a las pymes
El profesor de la UOC señala la importancia de asegurar la liquidez a las empresas y que no se corte el flujo de cobros y pagos «asegurando que la tremenda inyección de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) se traslade inmediatamente a las empresas». Para salvar a los autónomos hay que apostar por la exención —no moratoria— de las cuotas a la Seguridad Social (SS), segun el profesor.
Para ayudar a las pymes, las administraciones y las grandes empresas deberían adelantar lo más posible los pagos, ya que muchas empresas pequeñas se han encontrado con la actividad paralizada cuando todavía tienen pendientes cobros anteriores. Y, por último, para proteger a los trabajadores, Serradell cree que habría que prohibir los despidos en masa contemplando una renta básica para las familias en riesgo de exclusión social.