CatalunyaCaixa confiesa su anemia a pocos días de la llegada del BBVA
La entidad se deja tres cuartas partes de los beneficios ante la ausencia de extraordinarios y por la reducción de la actividad; caen los ingresos el 15,2%
CatalunyaCaixa ha confesado la anemia de su negocio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En un hecho relevante explica la evolución de los resultados, que arroja luz a la intensa purga a la que el FROB ha sometido a la entidad para entregarla a BBVA. La antigua caja de ahorros se deja tres cuartas partes de sus beneficios (122,8 millones, -75%) como consecuencia de la ausencia de extraordinarios y por la reducción drástica del negocio.
La caída de la actividad queda delatada con el retroceso, por encima del 15%, de los parámetros esenciales del negocio bancario tradicional. Se contraen tanto el margen de intereses como los ingresos por comisiones. La facturación total, el margen bruto, cede en similares proporciones hasta los 658,2 millones de euros (-15,2%). El único dato que evoluciona positivamente es la reducción de costes (-19%), alineada con las duras exigencias de Bruselas a cambio del rescate.
Gracias al menor dispendio, el resultado de explotación fue de 129,5 millones ( 3,2%). Las dotaciones y extraordinarios impactaron con siete millones en negativo, frente a la aportación de 377 millones en 2013, derivados del canje de híbridos y de la materialización de los créditos fiscales. La ausencia de estos apuntes en 2014 deja al descubierto el endeble desempeño de la entidad. La morosidad (12,3%) se redujo por el traspaso de los créditos impagados al fondo buitre Blackstone.
Junta de accionistas
CatalunyaCaixa ha convocado, además, junta general de accionistas el próximo 11 de abril. En el orden del día figura el nombramiento de varios directivos de BBVA como nuevos consejeros. El 1 de abril, el banco de Francisco González habrá tomado las riendas de la entidad. Los accionistas de la caja, con el fondo gubernamental FROB como mayor propietario, aprobarán el cambio de estatutos para adecuarlos a la nueva normativa europea de solvencia y de gobierno corporativo.